Lectura 2D o cómo mirar hacia 2012.



Límite entre año viejo y año nuevo: etapa clásica en que hacemos un balance mental de lo que nos tocó vivir, o -al menos- leer. No ha sido 2011 un año simple, los acontecimientos se han agolpado, no importa hacia dónde miremos… y en especial las tecnologías han repetido como protagonistas principales de múltiples escenarios, la antesala de la Cumbre del G8 y la reunión de la titular del interior inglesa con los representantes de Twitter y Facebook lo demuestran fehacientemente.

Es por eso que, cuando nos sentimos tentados a practicar un deporte clásico de este período, el hacer pronósticos para el nuevo año, nos proponemos comenzar por mirar hacia lo que pasó, y tratar -entonces- de desentrañar por dónde vendrán las acciones principales.  Pero…éste es un accionar  complejo dado el número de sucesos que aparecieron en la palestra pública.

La estrategia -entonces- puede ser una navegación conceptual superficial (¡no en sentido peyorativo!) para tratar de alcanzar un entendimiento general, sistémico de algunas de las informaciones que nos llegaron durante 2011. Algo así como una lectura en superficie…a la búsqueda de percatarnos de la urdimbre que soporta a muchos de estos hechos -aparentemente- aislados.

En un -muy escueto- resumen, tal vez podremos entrever lo que -durante 2012- va a ser considerado “historia”, aunque -desde una postura más pragmática- puedan resultar esencialmente eventos predecesores:  ¡Manos a la obra!

Desarrollo de dispositivos móviles: lo que comenzó siendo un tímido desarrollo de herramientas limitadas que llevar a todas partes, cambió esencialmente de matiz cuando -detrás de un tablet, un móvil o un netbook- fabricantes como nVidia (Samsung incluido ) comenzaron a utilizar procesadores de doble núcleo, capaces de emular a algunos del tipo x86. La extensión de la plataforma -ya no tan “ligera”- permitió llegar a sectores masivos como la enseñanza escolar, donde la sustitución de los libros convencionales por este tipo de dispositivos puede llegar a perennizar su presencia. India y OLPC aportaron proyectos que pueden extender el efecto, a partir de reducir costos, permitiendo un acceso masivo a la información “ubicua”, salvo que la censura y autocensura lo obstaculice. Los anuncios de nuevos modelos con tecnología de 4 núcleos inundaron la red desde mediados de 2011, con fechas de concreción en los primeros trimestres de 2012. Los mercados de aplicaciones vinculados a estos nuevos protagonistas mantienen una competencia sin fin, atraen a los desarrolladores (que se habiliten 700 000 dispositivos diarios con Android no es algo que pase inadvertido) y la batalla entre sistemas operativos promete recrudecerse con la aparición de Windows 8 en una nueva relación con ARM.

Nuevas prácticas socio-tecnológicas: del intercambio simple de mensajes de texto, se pasó a una familia “extendida” de intercambios, incluyendo imágenes y sonidos, en algo que se ha llegado a convertir en parte de la socialización del día a día. Términos como check in, seguidores, trending topic (TT), FIB (felicidad interna bruta según Bután y Facebook) o diagnósticos remotos son todos indicadores de nuevas costumbres afianzadas en la posibilidad de la “presencia ubicua” o el nuevo estado de la materia : on line. Cuestionando  lo pronosticado por Isaac Asimov, el contacto remoto no ha fraccionado a la sociedad humana, sino -más bien- ha creado nuevos -e insospechados-  vínculos, que han dado resultados preocupantes para muchos “entendidos”, obligados a compartir parte de sus -hasta el momento- monopolios. Las posibilidades de mantener contactos a toda hora, desde cualquier lugar, consultando el quehacer y las opiniones de amigos, conocidos o -simplemente- semejantes, deben caracterizar mucho de lo que vamos a transitar en estos próximos meses.

Sustitución de herramientas: vivimos -según algunos teóricos- el fin de la era PC, y aunque esto pueda parecer apocalíptico…no lo es tanto, se refiere más a la forma exterior que a la esencia de la herramienta. Las muy de moda -¡puro mercado!- ultraligeras o ultraportátiles, los tablets y cada vez más modelos de teléfonos móviles, son capaces de hacer todo lo anterior y -posiblemente- más. Y hasta aquí, nada nuevo: solo acumulaciones cuantitativas de potencialidades. Pero que podamos pagar algo desde un móvil, ya sea una comida en un restaurante que el ómnibus o la compra en el mercado, dejando a un lado las clásicas tarjetas magnéticas -tipo Visa, Master Card- es harina de otro costal. NFC viene dando quehacer desde hace más de un año, aunque su popularización está por llegar, depende de la aceptación por empresas “masivas”, adaptadas a otras rutinas. Igualmente, trasladar el GPS, el reproductor de música y audiovisuales, y nuestra biblioteca personal a estas nuevas plataformas, está haciendo cambiar el perfil de muchas partes del mundo “conocido”. Las ventas de la última mitad de 2011 en renglones como el emblemático iPad, la judicialmente cuestionada -y exitosa- Galaxy Tab 10.1 o el muy publicitado Kindle Fire dan fe de la aceptación de estos dispositivos, aun cuando un modelo como el Galaxy Note de Samsung pone un toque de curiosidad en este entorno, quedando a mitad de camino entre computadora - tableta- teléfono.

Riesgos: la extensión del grupo de usuarios de la red a una cifra como 2 mil millones (estadísticas de la segunda mitad de 2011) aumenta la vulnerabilidad de muchas personas ajenas a los riesgos potenciales que podemos encontrar al relacionarnos con desconocidos -matiz oscuro del defendido anonimato-, posiblemente especialistas en algo conocido como ingeniería social, donde nuestros más sensibles y estratégicos datos -contraseñas, números de cuentas bancarias- pueden ir a parar a manos ajenas, que harán un acelerado uso de ellas. Los virus -más bien los creadores de virus- se multiplican, toman matices explícitos -¡si no me pagas, pierdes tus preciados archivos!, y esto no es un supuesto- y llegan a fronteras inesperadas: la guerra informática es un hecho, Stuxnet es su principal protagonista conocido hasta el momento, del que recién se conoció descendencia… y no se salva nadie, versiones de códigos maliciosos para dispositivos con Android pululan por doquier.

Relación hombre/herramienta: la forma en que usamos las herramientas viene cambiando de ser algo basado -esencialmente- en el pulsar botones con los dedos, hacia una relación más “humana” en la que un gesto con la cabeza o una palabra puede desembocar en acciones concretas por la otra parte. Pantallas multitáctiles, aparatos que interpretan nuestra  voz y nos hablan, cámaras que nos miran, nos identifican e interpretan nuestros movimientos serán cotidianos; la competencia desatada por Apple con Siri (y sus contrincantes Edwin, Speaktoit, Vlingo, Iris y Majel) reafirma el interés general por una interface sonora y gestual en sustitución -al menos parcial- de los harto conocidos QWERTY y ratones convencionales. En gran medida el éxito de Kinect -el dispositivo de Microsoft- se debe a estas “nuevas” relaciones. La realidad aumentada viene a crear una nueva “dimensión” a nuestra relación con la información acumulada en la red: allá donde miremos nuestros dispositivos se encargarán de completar lo que vemos con información adicional, o sugerirán vínculos dados nuestros hábitos de vida. Algo iniciado -como tantos otros adelantos- en el mundo de los juegos informáticos, cuando sentíamos vibrar el mando de un PlayStation al estrellar nuestro auto contra un obstáculo en uno de los innumerables juegos de carreras o persecuciones, ha llegado al punto de censar cada uno de nuestros movimientos y …actuar en consecuencia.

Capacidad de intercambio de información: los estándares de comunicaciones a través de redes de todo tipo se han seguido agolpando, y cuando 3G (HSDPA, 14 Mbps) no llega aun a todo el planeta (412 redes comerciales en 157 países según datos de septiembre de 2011), la norma conocida como 4G (LTE, Long Term Evolution) comienza a instaurarse en Estados Unidos, contados países de Asia y regiones de Europa, fijando el “listón” de las velocidades de descarga en los 100 Mbps (28 redes comerciales en 20 países con un total de 50 implantaciones LTE comerciales previstas para el término de 2011). No obstante, el concepto de información “ubicua” llegó para quedarse, permitiendo acceder a las grandes bases de conocimientos hospedadas en la red desde -casi- cualquier lugar en que estemos, algo que nos ha hecho dependientes de la práctica de “contrastar” las informaciones con que fundamentamos nuestras tomas de decisiones. Y -tal vez- ahora la brecha digital gana en un peldaño, relacionado justamente con la efectividad real en el acceso a la información, lo que presiona por igual a suministradoras y gobiernos; son varios los países que han declarado por ley el acceso a determinado nivel (1 Mbps). Las ofertas combinadas de tentadores dispositivos con especiales condiciones y velocidades de acceso deben seguir caracterizando el quehacer de los próximos meses.

Relación hombre/datos: el crecimiento de los dispositivos de almacenamiento (sean discos duros convencionales, SSD, memorias flash o de cualquier otro tipo, discos tipo Blu-ray o semejantes ) sigue una curva de gran pendiente, las capacidades se miden en terabytes y no se avizoran disminuciones…aunque la nube preocupa a más de uno. La pregunta es: ¿Llevar los datos con nosotros…o ponerlos en la red y accederlos/compartirlos desde cualquier dispositivo, en cualquier momento, desde cualquier punto de la geografía conectada? Las ofertas son muchas, se han ido concretando en potencialidades indiscutibles y riesgos concretos, el balance resulta complejo dada la inexperiencia actual. Sin embargo, muchas señales de los mercados tecnológicos apuntan a un fortalecimiento de este nuevo “reino” inalámbrico que nos rodea y va con nosotros; Kindle Fire -por ejemplo- no deja de ser un anzuelo de este nuevo mundo que nos tienta con una ventana a las ofertas exclusivas que las empresas ponen en la “nube”: música, audiovisuales, literatura (incluyendo los preciados diccionarios y enciclopedias) noticias que se actualizan a cada instante...

Legislaciones: el consumo e intercambio de información pasó de panacea a batalla judicial, leyes como Hadopi, Sinde y ahora SOPA han centrado la atención de más de un teórico del tema, poniendo en vilo a la opinión pública de los más de 2 mil millones de personas que atienden a su tránsito diario por la red: se hacen declaraciones, se emiten opiniones, se intercambian acusaciones, toda una jungla de complicaciones que oscurece las prácticas consideradas cotidianas -que no necesariamente legales o justas-. Sin embargo, la extra territorialidad de algunas de ellas han puesto en alerta -incluso- a los pesos pesados de estos escenarios, y cuando nos enteramos que Google, Amazon, PayPal, AOL, Twitter, Wikipedia, Yahoo! y Facebook -entre otros- proponen hacer un “apagón” de servicios el próximo día 23 de enero de 2012 como muestra pública de su desacuerdo con SOPA, seguramente más de un escéptico prestará atención y evaluará el reposicionar su opinión al respecto.

Resumiendo: seremos cada vez más los humanos conectados a través de versátiles dispositivos que llevaremos encima y nos permitirán mantenernos conectados intercambiando informaciones, trabajando en equipo, desarrollando servicios “omnipresentes”, eliminando barreras, fronteras y conceptos válidos hasta hace poco, probando nuevas formas de trabajo, consumo y disfrute. Esta dinámica obligará al cambio de estructuras tecnológicas, administrativas, comerciales, laborales y judiciales, algo que se esbozó -tímidamente- hasta en la última cumbre del G8 -muy a pesar de algunos de sus participantes-.

La sociedad del conocimiento estará (supuestamente) de fiesta: en pocos días iremos descubriendo  cuánto de verdad hubo en estas afirmaciones.

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