Comunidad virtual VS Comunidad real

Seguramente la primera vez que uno de nuestros antepasados se encontró con -por ejemplo- una manzana madura, la miró, la olió, la saboreó, pero…no supo cómo llamarla, y de aquí que -sobre la práctica- surgieran términos como apple, melo, pomme apfel .

De hecho, cada grupo identifica un objeto, un hecho o una práctica determinada con términos derivados de su propia jerga, pero -obviamente- solo se crearán estos vocablos después de enfrentar una determinada realidad, o, en un estado mucho más avanzado del desarrollo, cuando se pronostique o se prevea un determinado resultado.

Pues algo semejante está sucediendo ahora mismo, cuando grandes grupos humanos nos vemos involucrados en nuevas prácticas sociales potenciadas por determinados avances tecnológicos, donde nos enfrentamos con nuevas realidades, o nuevas versiones de otras ya conocidas, pero que mutan ante el efecto del uso de las nuevas herramientas.

Incluso, llega el momento en que, una vez más, hechos aparentemente establecidos y aceptados por grandes mayorías son puestos en entredicho por nuevas experiencias, y allí donde antes dije digo, ahora -tal vez- deba decir diego!

La acelerada evolución de muchas de las plataformas e instrumentos que nos auxilian en la cotidianidad nos obliga a replantearnos conceptos y términos para ajustarlos a estas nuevas realidades, y a atender a algunos de estos cambios vamos a dedicar el tema de hoy.

Primero se habló de programadores, cuando se hacía referencia a unos señores que, con bata blanca, y botas de tela sobre sus zapatos, operaban unos grandes aparatos electrónicos, que encendían y apagaban decenas de pequeños bombillos, y solo entendían y hablaban a través de tarjetas y cintas perforadas.

Después se habló de especialistas en computación, operadores de computadoras, especialistas en sistemas computarizados, y se hacía referencia a personas, ya sin batas blancas, que hablaban en términos difíciles de entender, y que eran capaces de automatizar las tareas más complejas que pudiéramos imaginar.

Pero, ahora, la cosa se complica, porque aunque subsisten los susodichos especialistas en computación, que surgen a montones por todas partes (unos casi de forma natural y otros siguiendo un proceso más académico), aparecen nuevos protagonistas que, sin ser especialistas en absoluto, hacen uso intenso de las tecnologías informáticas, y conforman las hoy llamadas comunidades de usuarios, las que gracias a las redes de comunicaciones, son capaces de enfrentar más de un problema, con una nueva forma de organizarse y obtener resultados, pero esto será motivo de análisis en otro momento.

Sitios en la red como FACEBOOK y TWITER, por citar solo 2, suelen denominarse comunidades virtuales, y se considera -y esto puede ser engañoso- que pertenecer a uno de estos sitios lo convierte a uno en “parte de una especie de hermandad de buenas personas, todos honestos, trabajadores y honrados, que velan los unos por los otros”….solo falta decir AMEN.

Pero, y vuelvo con los peros, repito que esto puede ser engañoso, pues en verdad una comunidad de personas no es lo mismo que una red de personas, la comunidad entraña una especie de compromiso de convivencia, desarrollo de temas comunes y de interés colectivo. La comunidad la integran individuos unidos por vínculos naturales o espontáneos y por objetivos que trascienden a los particulares. El interés del individuo se identifica con los intereses del conjunto, y sin dudas esto conlleva con frecuencia un enfoque altruista.

Visto desde este punto, es poco probable que podamos considerar a estos portales sociales como verdaderas comunidades. Es cierto que donde confluyen, por ejemplo FACEBOOK, 250 millones de personas, es probable que muchos de ellos estén agrupados en verdaderas comunidades, pero esto no implica que FACEBOOK sea una comunidad.

Y esto no está dicho en forma peyorativa, ¡nada de eso!
Pero es válida la aclaración, pues, como decíamos al principio, estas nuevas experiencias tal vez requieran de nuevos términos para referirnos a ellas : Ya llegarán.

Pero bueno, y entonces …¿cómo se puede denominar a estos grupos de personas que -al menos aparentemente- coinciden en un grupo de intereses y desean compartirlos y discutirlos con otros semejantes usando la red?

El tema tal vez está cercano al hecho de que tener la posibilidad -potencial- de comunicarnos con cualquiera de los demás internautas que visitan uno de estos sitios “sociales” no significa en la práctica que podamos mantener un contacto efectivo con estas multitudes de personas, y mucho menos que nos conozcamos lo suficientemente bien como para llegar a escoger a aquellos a los que vamos a considerar parte de nuestro grupo más allegado, o lo que suele ser lo mismo, nuestra comunidad.

Sin embargo, es indudable que las posibilidades que estos sitios nos brindan son cualitativamente nuevas : a nadie, hasta hace solo unos pocos años, se le ocurría pensar que iba a poder escoger con quien mantener determinados contactos de entre unos cuantos millones de opciones, y que a su vez a uno lo iban a poder contactar tanta gente. De hecho, considerábamos multitud a lo que hoy se considera un escuálido grupito de unos cuantos cientos de personas,

Cuando -por ejemplo- usted tiene un blog en la red, en el que escribe artículos de forma frecuente, y al cabo del mes ha recibido 200 personas…pues sin dudas su sitio es considerado un fracaso, ya sea por razones de publicidad, interés de lo que escribe o popularidad de los temas que trata, y esto puede ser una declaración bien compleja de sustentar, pero así andan las cosas por INTERNET.

Pero, volviendo al tema anterior, muchos teóricos del tema están usando el término red de usuarios o red social para denominar a estos enormes volúmenes de internautas que hacen uso de un determinado sitio de la red.

De esta forma el vínculo está dado exactamente por la conexión, y de esta forma usted está conectado a la red de usuarios de FACEBOOK, algo bastante alejado del edulcorado uso del concepto de comunidad con que muchas empresas tratan de engatusarnos con fines frecuentemente oscuros ( en lo relacionado con una malintencionada manipulación).

Pero, otra vez el tema se nos complica cuando algunos teóricos nos alertan sobre la uniformidad de pensamiento a que nos lleva la participación inercial en las redes sociales : efectivamente, tendemos a conectarnos con mayor frecuencia con personas que piensan como nosotros, comparten nuestros gustos y preferencias, además de coincidir en filosofías y credos.

¡Bueno, pero esto sucede así en la vida real, yo me reúno y comparto con personas que coincidan conmigo en todo lo que me están diciendo aquí, así que no se que en lo nuevo…!

Si, es cierto, pero en la vida real usted no solo se relaciona con este tipo de personas coincidentes, sino también tiene que lidiar con los divergentes con sus líneas de pensamiento y acción, y -aunque nos cuente reconocerlo- con bastante frecuencia aprendemos también con ellos!.

Pero, en la red, en los portales sociales como FACEBOOK, la cosa es distinta; si usted tiene un inclinación o preferencia determinada sobre un tema, pues solo contactará con personas afines al mismo, los encontrará justamente por la coincidencia de intereses, y los demás…pues no existen, usted no los ve, al no tener temas comunes, no se inician las conexiones que conforman estas redes sociales, y por ende, usted puede salir empobrecido, avanzando mucho en una dirección determinada, pero…dejando de ver otras, no solo porque no coincidan con la suya sino porque, y esto puede ser peligroso y muy empobrecedor, simplemente porque no las conoce!!!

Si, por citar solo un ejemplo, usted no conoce que existe un concepto, SERENDIPIA, que tiene que ver con la obtención de resultados por pura casualidad, por accidente incluso -véase el ejemplo del descubrimiento de la penicilina en 1928 Pues por Alexander Fleming- pues no lo utilizará para buscar personas que coincidan con este interés, y por ende, no encontrará a los que estén trabajando o teorizando sobre el mismo, cosa que no sucede exactamente así cuando se viaja en un autobús y en una conversación fortuita, usted pregunta a su compañero de viaje : ¿a qué te dedicas? y la respuesta puede ser tremendamente enriquecedora.
¡Pues nada! Una vez más las necesidades de los humanos quedan de alguna forma…insatisfechas ante las potencialidades de las tecnologías que ellos mismos han desarrollado, y los lleva a buscar nuevos niveles de perfeccionamiento de las herramientas con que cuentan, e incluso a desecharlas y buscar otras nuevas…

Y , por favor, no olvidemos el mercado, que sin lugar a dudas se constituye también en motor impulsor de muchas de las variantes que toman forma a diario bajo nuestros atónitos ojos, a la búsqueda de soluciones que resuelvan o eliminen algunas de las trabas.

Y así surgen bancos virtuales, sitios web en los que no se escribe nada…en fin, ya veremos….

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