Estrategia de Titanes

Sin lugar a dudas las tecnologías informáticas y de comunicaciones involucran -hoy día- a grupos humanos que hasta ahora se habían mantenido alejados de estos lares, mirando con cierta incrédula suspicacia el desarrollo de herramientas que parecen salidas de ciertas películas de ciencia ficción.

De esta forma, hasta hace bien poco sobrevivían áreas del quehacer humano que dependían del exclusivo trabajo del investigador individual, que se sumergía en grandes montañas de libros, folletos y revistas, a la búsqueda de una determinada información que lo guiara en su tortuoso avances.

Pero -cada vez más- estas son imágenes del pasado. La llegada de la nueva posibilidad de acceder a fuentes remotas de información -léase inaccesibles por otros métodos convencionales que consumirían grandes montos de tiempo y recursos- ha tentado a los más reacios investigadores y creadores, y todo ha cambiado.

Pues ¡qué bien! , sin dudas de este enfrentamiento colectivo a los problemas y de un fluido intercambio de conocimientos, la sociedad humana saldrá beneficiada, la creación en equipos multidisciplinarios y el poner el conocimiento social en función de tareas específicas ya ha validado su protagonismo y efectividad en reiteradas ocasiones.

Pero…este cuadro aún tiene algunas zonas oscuras, cuando los investigadores que requieran de una determinada información deban hacer uso de herramientas informáticas que le permitan una efectiva gestión, y se encuentren que estas responden no solo a sus necesidades, sino también -y en un nivel bastante elevado- a los intereses de sus fabricantes.

A descubrir algunos de estos detalles-con matices de violencia enmascarada en fotos de personajes sonrientes- vamos a dedicar el comentario de hoy.
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Este gradual acercamiento a las bondades de las nuevas herramientas ha estado matizado por una indudable mejoría en las interfases hombre-computadora, léase los elementos encargados de suavizar esta relación entre dos protagonistas que -por el momento- siguen hablando idiomas distintos, el humano sus lenguas natales o importadas, y las herramientas de corte informático, sus “indescifrables” ceros y unos.

En esta transformación de la zona en que personas y máquinas intercambian datos influyo determinantemente el mercado. ¿Por qué decimos esto? Es muy simple!

Mientras esta relación hombre-equipo exigió la tenencia de elevados conocimientos matemáticos, de programación o semejantes, el número de clientes de los vendedores de los equipos se mantuvo especialmente bajo, obviamente solo compraban los que tenían la preparación exigida, y este escueto segmento de mercado mantenía -además- muy elevados los precios de los citados aparatos.

¿Qué hacer? -se preguntaban los fabricantes, muy interesados en incrementar sus ganancias.

¿Tratar de elevar el nivel científico de grandes grupos humanos, de forma tal que les resulte “interesante” comprarnos uno de nuestros equipos? ¡NI HABLAR, ESO SERÍA UNA TAREA ENORME, PROPIA DE LAS HAZAÑAS DE HÉRCULES!

Pues nada, la solución fue mucho más simple : hacer “amigables” las interfases, o sea, permitir que cualquier humano, con elementales habilidades de lectura, escritura y procesamiento de datos, pueda usar en su cotidianidad programas que le permitan alcanzar resultados superiores.

De esta forma, con la “humanización” de esta relación, la situación cambió radicalmente, y enormes grupos de creadores de las más disímiles ramas pudimos usar nuevos instrumentos en nuestro trabajo. Este proceso se conoció como hacer “user-friendly” esta relación, o en español, de fácil manejo para el usuario humano.

Y cuando decimos “enormes grupos”, no lo hacemos por gusto, estamos hablando -si damos crédito a un informe de junio de 2008 de la empresa Gartner, especializada en estadísticas de la red- de más de 1000 millones de computadoras instaladas en el mundo, con un ritmo de crecimiento anual de 12%, por lo que según esta misma fuente, para 2012 habrán más de 2000 millones.

Estos volúmenes llaman poderosamente la atención de empresas que como MICROSOFT, GOOGLE, YAHOO y otras tantas, basan sus negocios en estas plataformas informáticas instaladas, o sea, necesitan de ellas para que exista la necesidad de comprar sus productos.

¿Qué ofertan? Pues bien, hay algunos eslabones en el proceso de uso cotidiano de computadoras y redes informáticas y de telecomunicaciones que resultan imprescindibles, y son justamente los construidos por ellas : los sistemas operativos para hacer funcionales las herramientas informáticas -por citar algunos ejemplos, el harto conocido WINDOWS de MICROSOFT, el UNIX originado en los Laboratorios Bell, o el Mac OS de Apple- y, por otro lado, los programas buscadores, encargados de buscar y ofrecer sugerencias a nuestros reclamos de búsqueda de información sobre las redes.

Pues bien, aparentemente esa parte del mundo está claramente organizada: unos hacen sistemas operativos, y otros, buscadores de información, y todos felices! Pero no, la cosa no es tan simple.
Recientemente el mundo asistió -atónito- a una serie de sucesos contradictorios en estos campos, cuando MICROSOFT, líder mundial en sistemas operativos para computadoras personales, presentó su buscador llamado BING, en franca competencia con el de la empresa Google, con quien mantiene una pugna con extraños matices.

Se considera que la campaña publicitaria de BING costó a MICROSOFT más de 1000 millones de euros, cifra a tener muy en cuenta para entender cuanta presión están dispuestos a ejercer con tal de ganar una parte del mercado de los buscadores de INTERNET, donde Google acapara más del 70% del total de operaciones mundiales.

Esta parece ser una maniobra del imperio de Bill Gates (que ya está “retirado”) la que, junto con colocar una versión gratis del paquete Office “on line” osea, para ser usado directamente desde una conexión a INTERNET, deben encarar un grupo de “jugadas” de Google que los tienen muy preocupados.

Y todo gira alrededor de la llamada “computación en la nube” (del ingles “cloud computing”): como ya comentamos hace unas semanas, el fortalecimiento de las redes informáticas y de telecomunicaciones está permitiendo el desarrollo de una nueva estrategia de trabajo.

¿En qué consiste? En sustituir nuestras potentes y caras computadoras personales y de oficina por ligeros equipos -conocidos como NET COMPUTER- los que, sin grandes potencialidades en procesador central y discos de almacenamiento, accederán mediante las cada vez más potentes y rápidas redes, a los servicios brindados por súper potentes máquinas computadoras -conocidas como servidores- .

Igualmente, y esto ha generado ciertas suspicacias, almacenarán nuestros datos, garantizando su perennidad y protegiéndolos contra accidentes y pérdidas por problemas de operación o fallas del equipamiento.

Pues bien, a esta línea de trabajo ha dirigido sus pasos el gigante Google.

Convencidos de que esta estrategia de trabajo informático en red llegó para quedarse, y se está afianzando además con el extraordinario desarrollo de los tfnos móviles que permiten el acceso y trabajo en INTERNET, el equipo de GOOGLE lanzó en 2008 ANDROIDE, un sistema operativo -modalidad código libre, basado en LINUX 2.6- derivado de una versión desarrollada por una empresa que adquirieran en 2005.

La aceptación de ANDROIDE como sistema operativo para teléfonos móviles ha sido destacada, desde su lanzamiento al mercado de la mano de teléfonos móviles de una firma coreana HTC no muy conocida hasta ese momento. Tan es así que actualmente empresas como MOTOROLA, Texas Instrument y Samsung están desarrollando nuevos modelos compatibles con este sistema operativo.

Pero, ¡alertas con las siguiente observación! El éxito de ANDROIDE no debe haber gustado mucho a MICROSOFT, que pretende, con su sistema WINDOWS MOBILE, una versión de WINDOWS para teléfonos móviles, mantener su hegemonía en este importante sector. Pero la historia no termina ahí, nada de eso.

Google había desarrollado (en competencia con el EXPLORER de MICROSOFT) un navegador para INTERNET llamado CHROME, que había cosechado algunos éxitos, aunque sin mayor significacion, al final venía a sumarse a un mercado bastante saturado. Pero…resulta que ahora lo ha convertido en un SISTEMA OPERATIVO PARA MAQUINAS LIGERAS, o sea, las netbook de la computación en la nube, y esa es una jugada de grandes perspectivas, donde ya MICROSOFT había apostado por su representante WINDOWS AZURE.

Esta nueva oferta de Google, el CHROME OS, ve la luz justo cuando MICROSOFT intenta salir del aprieto en que la colocó el reconocido fracaso comercial de su versión VISTA, a través de la nueva y “promisoria” versión WINDOWS 7, anunciada comercialmente para finales de octubre de 2009.

¿Razones? Competencia franca y no siempre muy leal por un mercado potencial en crecimiento, donde, si atendemos a los pronósticos de algunos analistas, la conexión a la red de redes crece a una velocidad vertiginosa, matizando los más recónditos detalles del quehacer humano, generando nuevas prácticas sociales, creando nuevas zonas del conocimiento donde aplicar la creatividad y el ingenio, en fin…

La mutación de la herramienta informática, que pasó de estar en nuestro escritorio y tener un volumen considerable, a nuestro bolsillo, con formas que podemos abarcar con una sola mano ha marcado un salto cualitativo importante en la forma de pensamiento y aplicación de muchos de estos avances: habrá que prestar mucha atención a estos temas de la computación en la nube o como se le llegue a llamar.

Por otro lado, variantes de sistemas operativos en base a LINUX parecen haber llegado igualmente para quedarse, CHROME OS entre ellos, aunque la respuesta del bando opuesto no se ha hecho esperar, y ya en octubre pasado se dio a conocer la versión 6.5 de WINDOWS MOBILE, ahora llamada WINDOWS PHONES, que viene de la mano de fabricantes como LG, Samsung, HTC, Toshiba, Sony Ericsson, HP, Acer y Asus, y esta lista debe haberles cortado la respiración al equipo GOOGLE.

Y esta parece ser una historia sin fin, de donde -tal vez- podamos obtener algunas ganancias en lo relacionado con herramientas ligeras, de bajo costo, que nos permitan avanzar en la dirección de obtener soluciones a problemas bien acuciantes como el hambre, las enfermedades, la contaminación del planeta y otros tantos azotes del mundo actual, que parecen tener sin cuidado a estos monstruos entretenidos en desgastarse entre ellos.

Sin embargo, el convertir un navegador para INTERNET en sistema operativo… no parece ser un hecho que pertenezca a esta familia de golpes y contragolpes…aún más cuando proviene de la línea código abierto, lo que permitirá su desarrollo acelerado a partir de la creación colectiva de todos sus usuarios.

Esto no nos debe pasar inadvertido, y nos lleva a una necesaria pregunta : ¿En qué consiste la renombrada versión CHROME OS de Google?¿Que significación tiene dentro del mundo de los sistemas operativos y sus usuarios humanos?


Ya veremos…

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