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El optimismo nos guía  hoy. Los sucesos que vemos en los más diversos escenarios tecnológicos permiten creer que -efectivamente- hay indicios, hay indicadores, hay muestras de que el desarrollo de herramientas a partir de la creatividad humana, y puestas en función del mejoramiento de la calidad de vida, nos permiten confiar, claro que si!

No podemos pecar de ilusos, pero tenemos que tomar parte activa de esta multidimensional revolución que se está produciendo a nuestro alrededor, y que -MUCHO OJO- nos involucra definitivamente, nada podemos hacer para aislarnos, mientras sigamos en el mundo, seremos parte de lo que allí suceda, aunque a veces nos sintamos…violentados por tanta acción.

A continuar el acercamiento a este -solo en apariencias- caótico proceso de cambio, renovación y aparición de nuevos protagonistas vamos a dedicar el comentario de hoy.

Hay algunas direcciones del quehacer tecnológico que han resultado estratégicamente importantes:

1.    la reducción del tamaño de los componentes electrónicos hasta el punto de poder llevar poderosos sistemas multiuso en un bolsillo.
2.    la reducción  del consumo de energía de los elementos que componen estas herramientas portátiles, lo que permitió que funcionaran con baterías también de pequeñas dimensiones, a la par de aumentar la capacidad de acumulación de las baterías.
3.    y, tal vez la más inesperadamente importante, el lograr la conexión -a través de las más diversas tecnologías- entre puntos remotos.

En particular esta última, la referida a las conexiones, ha resultado en un cambio esencial de muchas de las prácticas humanas, sobre la base de una cualitativamente distinta forma de intercambiar informaciones.

Y cuando decimos INTERCAMBIAR estamos haciendo referencia a un proceso bi direccional, o sea, se sustituyó el consumo de información por consumo y producción de información, con la consecuente -y estratégica- repercusión en los actuales procesos de relaciones entre países, grupos sociales y otros tantos protagonistas de la cotidianidad.
Como fuentes de información las redes informáticas y de telecomunicaciones han resultado competidores formidables: ya en diciembre de 2008 se reconocía en algunos estudios la preponderancia de INTERNET como fuente a la que acudían grandes masas a la búsqueda de información actualizada.

Según el Centro de Investigación PEW, en el propio 2008, el 40% de los norteamericanos obtiene sus noticias sobre asuntos nacionales e internacionales de Internet, en comparación con el 24% en septiembre de 2007. Según esta propia encuesta, el 35% depende de los diarios para informarse.

En este sentido hay otro detalle, un matiz novedoso, en este buscar información en la red: frecuentemente uno puede no solo leer lo que encontró, sino a la vez, y en el mismo lugar, dejar su opinión en forma de comentarios.

Igualmente, la información puede haber sido encontrada en un sitio propio de una empresa, en la biblioteca virtual de un poderoso centro de investigaciones o en humilde blog de un creador independiente, lo que -obviamente- multiplica las posibilidades de éxito en nuestra búsqueda.

Las propuestas, en el sentido de ofertar informaciones, toman los más diversos estilos: desde boletines enviados por correo electrónico, con los titulares de las principales noticias -a interés de los promotores, obviamente- pasando por los conocidos RSS, servicios que ponen directamente en nuestra estación de trabajo el índice temático actualizado sistemáticamente, hasta llegar a ocurrencias verdaderamente …sui generis.

Este es el caso de Niiu, un autodenominado “diario a la carta” alemán, berlines, que al decir de Oliwia Serdeczny, la joven directora de Relaciones Internacionales de Niiu, marca el nuevo "periódico personalizado". Niiu es una palabra que no significa nada pero suena a nuevo, recurso este que es frecuentemente utilizado en las ofertas comerciales y culturales.

¿Cómo -se supone- funciona Niiu?

La idea de permitir que el lector se "componga" desde Internet diariamente el periódico que desea recibir en su casa en el formato tradicional de papel: tiene 20 páginas para rellenar a su gusto y, de momento, tiene 17 periódicos alemanes y de otros países para elegir. Con un precio de 1,8 euros, reducido a 1,20 para estudiantes, Niiu confía en atraer al lector joven y aspira a captar mercado en Alemania y, después, el internacional.

¿Se imagina usted? ¿Diseñar el periódico que quiero recibir en mi casa, con el orden de presentación de las noticias que deseo, las temáticas que decido incluir? ¡Pues si que suena interesante!

Igualmente la conocida empresa Google, a finales de 2009, lanzaba su propuesta, la que a nivel de laboratorio aun se denominaba FastFlip, diseñada para permitir dar una rápida ojeada a los titulares y la primera página de artículos contenidos en más de 40 diarios, todos compuestos como si fueran una revista.

Si el lector deseara continuar la lectura, el propio servicio lo dirigiría a los sitios de origen de la información. Como era de esperar, esta propuesta de FastFlip tiene una versión para ser usada desde los teléfonos que cuenten con el sistema operativo Androide , y también los iPhones.

No obstante, y como suele suceder, no todo es color de rosas, hay algunos nubarrones que oscurecen este horizonte de la presencia y consumo de diarios en la red. ¿Por qué, si todo suena tan bien?

Pues nada, como diría el célebre escritor español Francisco de Quevedo ¡Poderoso caballero es Don Dinero! . No sin cierta lógica, los encargados y representantes de los periódicos convencionales, los de papel y tinta, se quejan de que la prensa escrita es el gran suministrador de las noticias que se emiten por televisión o se difunden por Internet. De hecho, el 96% de toda la información que viaja por la Red tiene su origen en el papel. Pero los periódicos no reciben prácticamente ningún crédito de su paso por el ciberespacio. La parte jugosa del negocio va a parar a las arcas de agregadores como Google o Yahoo! "Cogen la información de la prensa escrita, le dan forma y la colocan en su página web. Pero no la pagan".

Y esto no deja de ser cierto, los servicios como FastFlip no salen a buscar las noticias, sino la colectan entre las fuentes presentes en la red. Igual sucede con Yahoo Noticias y otros tantos que -en verdad- solo se ocupan de agruparlas convenientemente, y ponerlas a disposición de los interesados, que en vez de ir de un sitio al otro, lo encuentran todo en uno solo.

Estos temas de las noticias en la red prometen complicarse, recientemente el influyente New York Times (perteneciente al conglomerado multimedia de Rupert Murdoch) anunciaba que a partir de enero de 2011, permitirá leer un número de artículos gratuitos al mes en su página web  y cobrará una suscripción cuando se rebase ese número. No obstante hacía la aclaración de que los suscriptores que reciben el diario en su casa tendrán acceso ilimitado a las informaciones publicadas en la página web.

Pues nada, estos son temas a los que seguramente los involucrados encontrarán acomodo, y por otro lado, mientras más personas estemos interconectadas y compartiendo información, más cerca estaremos de resolver problemas que resultan comunes a muchos.

Pero -y ¡prepárense, que viene algo fuerte!- la cosa no para ahí, nada de eso.

Y es que, si algo tiene de maravilloso, de positivo, de cualitativamente superior este tema de la colaboración global que están potenciando los nuevos canales tecnológicos, son  las propuestas de uso y asociación que este enorme grupo de trabajo, conformado por millones de personas, están dando a los más simples recursos.

Hoy vamos a volver sobre un tema que ocupa a más de uno en estos días, y que toma un nombre…bien particular: la INTERNET de los objetos.

Pero, ¿qué es esto? ¿qué significa esta extraña construcción? Bueno…es simple de entender, vayamos despacio.

Hasta ahora hemos hablado de humanos que, con herramientas conectadas a una red de comunicaciones, intercambian, comparten información, eso ha quedado claro. Pero ahora se incorporan otros nuevos participantes, no humanos, que intercambian datos entre ellos…todo esto -obviamente- organizados por el hombre, en función de sus intereses.

Un ejemplo simple muy cercano a la realidad: dado un grupo de sensores distribuidos entre los sistemas de un automóvil, podríamos perfectamente recibir un mensaje electrónico en nuestro buzón, que dijera : “Por favor, revise el nivel del líquido de frenos, el estado del rodamiento trasero derecho es inadecuado, engráselo o sustitúyalo, o debe cambiar el filtro de la línea de combustible, está a punto de obstaculizar el paso del líquido.” De hecho, algo semejante están haciendo desde hace años los aviones.

Igualmente podríamos tener sensores en las plantaciones que nos avisaran sobre la necesidad del regadío, o de la invasión de una determinada plaga, o del estado de maduración de la fruta. En resumen, estamos hablando -al menos en un nivel inicial- de extender nuestros sentidos, a través de los mensajes que nos lleguen de objetos distantes igualmente conectados a INTERNET.

Suena…a la  más pura ciencia ficción…pero no, se está materializando por doquier….¿será por eso que se propuso recientemente -agárrese-…darle un NOBEL….a INTERNET???

… ya veremos….

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