Exámenes a INTERNET ABIERTA...

¿Cómo suelen enfrentarse hoy día los problemas profesionales?¿Se mantiene el esquema clásico del gran ingeniero, el sabio doctor o la avezada investigadora que, en la soledad de sus puestos de trabajo, dan finalmente con la ansiada respuesta al problema que los apremia?¿O algo ha ido cambiando paulatinamente, moviéndose a esquemas con nuevos matices?

Bueno, con el paulatino perfeccionamiento de los medios de comunicación, lo primero que ha sucedido es que aumentaron las consultas interdisciplinarias, y se hizo totalmente habitual que trabajadores de distintas esferas intercambiaran criterios con otros especialistas, a los efectos de ganar en puntos de vista y utilizar la experiencia ajena.

Posteriormente las calculadoras, convertidas en computadoras y enlazadas por las redes de cables que nos rodean desde hace algún tiempo, permitieron almacenar información haciéndola accesible fácilmente a otras personas, que a su vez ponían a nuestra disposición sus avances e investigaciones, y de esta forma surgieron bancos de conocimientos que, a la usanza de las bibliotecas, ahora están al alcance de un click, como se suele decir.

Y, como era de suponer, la sociedad exigió a las escuelas que formaran un nuevo tipo de individuo, apto para apoderarse creativamente de estos avances, lo que obligó a revisar y rediseñar más de un método de enseñanza y plan de estudio.

A analizar algunos matices de esta nueva dinámica que caracteriza a los procesos de enseñanza vamos a dedicar este comentario.
Las etapas por las que ha pasado el proceso mediante el cual nos enseñan determinadas materias en la escuela, han sido diversas, desde las basadas en los clásicos métodos memorísticos hasta algunas más avanzadas, donde se pretende enseñar a aprender. ¿Enseñar a aprender??? ¿Qué significa esto?

Es simple de entender: ya no basta con enseñar algunas materias en los distintos niveles establecidos para la enseñanza primaria, secundaria y demás, porque por muy rápido que se organicen los cursos, los planes de estudio, se preparen las clases, los ejercicios y los libros, malamente se alcanza a enseñar lo que paso ya hace algunos años, y esta no es una visión tremebunda, créanme, es una realidad que viene dada por la propia velocidad a que hoy se generan nuevos conocimientos.

Por tanto, al estudiante hay que enseñarlo a mantenerse informado, ser capaz de buscar el conocimiento que necesita en un momento dado, interactuar con otros estudiosos, compartir resultados, trabajar en equipo -estas son palabras MAYÚSCULAS-, en fin, prepararlo para la vida, como nos diría ese pensador de avanzada con que Cuba pudo contar :José Martí, quien también nos alertó sobre el hecho de que “el mundo nuevo requiere la escuela nueva”.

Y alguien puede estarse preguntando ahora mismo ¿y esto a que viene en un programa supuestamente sobre tecnologías y su repercusión en la sociedad humana?

Se lo contesto en pocas palabras : ¿recuerda usted las impresión que nos causó a todos cuando, un día que fuimos a examinarnos sobre un tema determinado, y nos dijeron que podíamos consultar con nuestros libros y cuadernos de apuntes?

Sin dudas esto fue un importante rompimiento con una estrategia algo esquemática que presuponía que uno debía -y podía- llevar en su memoria todo lo necesario para abrirse paso en la vida en una determinada profesión. A partir de este momento en que nos dejaron consultar con nuestras fuentes para encontrar solución a una determinada situación que nos estaban planteando, quedó hecha una importante declaración de principios :

El asunto no está en llevar la información en la memoria, sino en conocer y saber combinar convenientemente las distintas fuentes de conocimiento a nuestra disposición con un objetivo claro, logrando una determinada efectividad.

Obviamente, algo llevaremos en nuestra memoria, pero lo principal -tal vez- está en el trazado que se haga de la estrategia a seguir, y en la elección de los elementos a combinar en la búsqueda de la ansiada solución, y esto parece lógico, aun más cuando la cantidad de conocimiento a nuestra disposición crece de forma muy acelerada.

Pues bien, los nuevos escenarios en los que la sociedad humana desarrolla sus prácticas cotidianas están resultando esencialmente alterados por las oleadas de nuevas herramientas que hacen posible lo que antes ni se soñaba. Y esto significa que hay países que se están tomando muy en serio estas nuevas posibilidades y también -claro que sí- las nuevas exigencias que se le imponen al individuo común para que este logre un desempeño medianamente exitoso. Veamos un ejemplo.

Dinamarca es un país del que se oye hablar poco, aunque es considerado dentro de los desarrollados. Tiene un población calculada para 2008 en 5.484.723  habitantes, de la que más del 80 % esta de alguna forma conectada a las redes informáticas, en lo que se conoce como radio de penetración de estas tecnologías.

Con una temperatura promedio en verano de 16 grados, y en invierno de 0 grados o menos, es de entender que pasen mucho tiempo resguardados en sus casas, oficinas, escuelas o demás refugios, donde se propician las actividades desarrolladas con apoyo en los medios informáticos y de comunicaciones.

Y esto no es una mera suposición, si vemos algunos datos podremos percatarnos de que a mayor inclemencia del clima, mayor suele ser el radio de penetración de las tecnologías informáticas y de telecomunicaciones.

Dinamarca,hasta 16 grados 5,484,723  4,408,100  80,4 %
Suecia,hasta 18 grados  9,039,900 7,295,200   80,7 %
Finlandia,hasta 15,6 grados 5,244,749  4,353,142  83,0 %
Islandia,hasta 11 grados 304,366 273,930 90,0 %
Alemania,hasta 20 grados 82,419,676  55,221,183  67,0 %
Francia,hasta 21  62,189,273  40,858,353 65,7 %
   
Con estos datos alguien puede estar pensando que estamos redescubriendo la tendenciosa teoría del determinismo climático, pero no, nada de eso, solo estamos aportando algunos datos para sustentar lo que viene a continuación.

El tema está en que estos países, que tan en serio se están tomando el uso de las tecnologías para su desempeño cotidiano -tal vez digeratis a la fuerza por las condiciones climáticas- están haciendo osados aportes a los sistemas de enseñanza, y en particular a las herramientas de evaluación.

Vamos al tema. En noviembre de 2009 se daba a conocer a través de algunos medios informativos europeos : Los alumnos de catorce colegios daneses ya tienen la suerte de consultar Internet durante sus exámenes. En 2011 la norma se extenderá a todo el sistema escolar del país.

Desde hace una década, los estudiantes escriben los exámenes en sus computadoras, y ahora ya se han realizado las primeras pruebas en estos 14 centros de estudio,  donde ahora los estudiantes que se examinan no pueden -como es costumbre- hablar entre ellos, y también se prohíbe chatear o enviar y recibir correos electrónicos durante las pruebas, pero…pueden utilizar INTERNET para encontrar solución a los problemas planteados!

Los teóricos que han desarrollado esta propuesta, en la persona del ministro de Educación, Bertel Haarder, plantean que "Nuestros exámenes tienen que reflejar la vida diaria en la escuela y -a su vez- la vida en la escuela tiene que reflejarse en la sociedad. Internet es indispensable, incluso en los exámenes. Estamos seguro de que en pocos años la mayoría de los países europeos nos imitarán".

¡Pero bueno! ¿De qué estamos hablando?¿No se supone que en el examen se evalúan las capacidades y conocimientos de cada individuo para resolver determinados problemas?

Bueno…pues sí, desde cierto punto de vista negar que actualmente cada individuo utiliza estas herramientas en su cotidiano enfrentamiento a los problemas es algo así como afirmar que hacemos fuego con dos trozos de madera, en lugar de usar fósforos o fosforeras!

Ah!, que esta modalidad de examen impone el diseño de nuevos tipos de ejercicios, cuya solución presuponga un alto nivel de creatividad (en estudiantes y PROFESORES), conocimientos específicos sobre determinadas materias y generales sobre otros temas de apoyo, así como habilidades para integrar teorías y conocimientos en la concreción de una solución…pues claro que sí, ¿no estábamos alertados de que “el mundo nuevo requiere la escuela nueva”?

Ya veremos….

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