El cielo según MICROSOFT

¡Algo anda mal!

Que el representante de una megaempresa como MICROSOFT nos llame a “ignorar nuestro pasado” debe ser una señal de alerta para todos los que usamos y “confiamos” en la -supuesta- neutralidad de la herramienta informática.

¿Se imagina usted? ¿Cuán larga sería la lista de ítems que debo ignorar? ¿Por dónde comenzar?

En verdad desde ayer estoy pensando en esto, el planteamiento de Steve Ballmer en una reciente conferencia en una universidad londinense me parece un contrasentido, la humanidad ha demostrado con hechos la necesidad de mantener en mente las experiencias del pasado, y esto tiene un objetivo netamente práctico: ¡NO VOLVER A COMETER LOS MISMOS ERRORES!!! (http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2010/10/101005_0955_microsoft_steve_ballmer_nube_londres_dc.shtml)

A comentar algunas ideas sobre este tema vamos a dedicar este comentario.



Prohibido repetir errores.

Desde la enseñanza primaria nos explican que ( justamente) el objetivo del estudio de la historia es mostrarnos -entre otros- de DONDE venimos, QUIENES fueron nuestros predecesores,  QUÉ hicieron, CÓMO lo hicieron, con CUÁLES dificultades se toparon, CÓMO las resolvieron, en fin…todo esto nos debe permitir “erguirnos sobre sus hombros” y comenzar a mirar a partir nuestro presente y futuro desde esta altura ya conquistada.

En la investigación y el trabajo científico NI HABLAR: la lógica más elemental dice que usted debe comenzar por CONOCER lo que ya está hecho, investigado, estudiado, generalizado, y solo después es que debe comenzar a sacar sus propias conclusiones y avanzar con pasos propios -que no significa que necesariamente su camino coincida con el de sus predecesores-.

¿Se imaginan, por ejemplo, a los ganadores del NOBEL de Física 2010, Andre Geim y Konstantin Novoselov, otorgado por su trabajo sobre el grafeno (un material que parece extraido de una historia de ciencia ficción) si hubieran ignorado el pasado? Pues nada, tendrían que haberlo inventado todo de nuevo…y seguramente llegar al nivel de conocimientos que lograron les hubiera resultado algo más “complejo”!. Y ¿qué hubiera sucedido con Robert Edwards, NOBEL de Fisiología y Medicina por el desarrollo de la fertilización in vitro, si no se hubiera parado firmemente sobre el nivel de conocimiento alcanzado en la historia de esta polémica especialidad?

La ”espiral” del desarrollo.

No, definitivamente hay algo mal en este enfoque: cuando se describe la “espiral” del desarrollo de la sociedad tal vez debía decirse -según la matemática y la geometría descriptiva-  “hélice”: se está hablando de una construcción espacial, tridimensional, donde la humanidad no debe pasar dos veces por el mismo lugar: claro que hay ocasiones en que “parecen” repetirse situaciones del pasado, pero es justamente el estudio de lo sucedido antes, lo que nos evita repetir los fracasos sufridos por otros humanos que hayan andado nuestros mismos caminos, tratando de alcanzar objetivos semejantes a los nuestros. Y también nos permite alcanzar -al menos- los mismos logros, que también hay que pensar en positivo...

Obviamente, podemos preguntarnos: ¿Cómo se nos hace una invocación así?  ¡Justo en esta época en que la sociedad humana pone en el centro de su atención el acceso a fuentes de información que permitan conocer, validar, contrastar nuestros conocimientos y sopesarlos antes de tomar decisiones! ¿Cómo voy a ignorar lo vivido?

¡Ah…tampoco es lógico vivir en un pasado idílico en el que -aparentemente y debido al conciliador accionar de la memoria humana- todo parece haber sido color de rosas!

La idea de que, en el pasado se alcanzó lo que hoy no podemos lograr, dice bien poco de las actuales generaciones de pensadores y creadores, y es un inequívoco signo de vejez: “¡Ya nada es como antes!...nos dicen algunas personas, “en mi época sí que era bueno, ahora no es lo mismo…”

Los ejemplos de civilizaciones que se anquilosaron en etapas florecientes abundan, y -tal vez- dieron lugar a frases como “dormirse en los laureles”, con los consabidos malos resultados y estancamientos propios del que se acomoda a vivir de lo logrado.

En resumen, nada parece indicar que deba apresurarse el olvido de aquellas experiencias (buenas o malas) que pueden ayudarnos a seleccionar nuestras estrategias de vida. Es que…algo no está bien con la declaración de Ballmer, y ahora ¡vamos a pensar mal!

¿Cuál es la insinuación? ¿Qué partes del pasado debemos olvidar?¿La propuesta de un super sistema operativo como Vista, cuya vida duró “lo que un merengue en la puerta de un colegio, y produjo que todavía hoy, a 9 años de su lanzamiento, un gran volumen de usuarios se aferren a la versión XP como única variable estable entre las conocidas?¿O el lanzamiento de dos teléfonos sociales con los que no se logró conmover al mercado (familia KIN)?¿O los innumerables parches que hemos tenido que aplicar los usuarios de los programas de MS?

Porque el que esta “sugerencia” se nos haga justo en el momento en que -una vez más- un alto estratega de esta empresa se convierte en “visionario y guía de la humanidad en busca de un futuro mejor” …pues ¡da que pensar!. O sea, también podemos leerla como “olvídense de lo dicho hasta ahora, no importan los errores anteriores, YO si traigo la verdad!

¿Nueva “verdad”?

Bueno, el tema apunta hacia la muy debatida “nube”, estrategia de trabajo donde los servicios informáticos que usamos no se encuentran alojados en nuestra computadora local (la que tenemos en nuestra mesa de trabajo o nuestra laptop) sino que "viven" en internet, en servidores alojados por el mundo, y no nos enteramos ni de quién los mantiene funcionando, ni quién los protege de los virus o instala las actualizaciones necesarias. Y esto…pues suena tentador.

Este “novedoso” futuro cercano (algunos dicen que ya está aquí) tiene mucho que ver con el desarrollo innegable de las comunicaciones y los dispositivos móviles: temas como la realidad aumentada y la participación en redes sociales bien poco hubieran podido avanzar hace solo una década, están pensados para ir con nosotros allá donde vayamos, en eso consiste gran parte de la “novedad”.

El tiempo, ese bálsamo maravilloso…

Y resulta que -¡felíz casualidad!- Microsoft está lanzando justo en estos día su sistema Windows Phone 7, su novedad del momento (igual que lo fue Vista en 2007), en una acción coordinada con la taiwanesa fabricante de móviles HTC (el modelo se denomina Spark), que también acompañó a otro superhéroe (Google) en su  lanzamiento del teléfono (fallido y posteriormente abandonado) móvil Nexus One, con su sistema operativo Androide -este último de innegable pegada en el mundo informático-. 

Por tanto, ¡claro que sí, bien que le vendría a MS un poco de olvido por parte de las huestes informáticas…! aunque esta sugerencia esté siendo impugnada por la historia de tanta divina gente que -ahora o antes-  pasaron o estamos pasando por aquí.

Sí que podríamos citar una inmediata “aplicación del olvido” en este predicción de futuro: resulta que debemos dirigirnos a la “nube”, panacea que resolverá nuestros problemas informáticos…pero…no hay que hablar, ni preocuparnos por el tema de la conexión de altos quilates necesaria para disfrutar de este mágico avance que, según palabras del propio Ballmer, logrará hacer “… de éste (el usuario) una persona más inteligente".

Incluso nos adelanta que "La nube otorga la posibilidad de ayudar a la gente a salir de la pobreza. Tiene también el potencial de lograr que la tecnología sea más barata". También debemos olvidar el actual conflicto de las empresas telefónicas con el tema de la eliminación de las llamadas tarifas “planas”, y el paso a la modalidad de pago “por consumo”…

¿Nubes públicas o privadas?

Tamañas declaraciones no deben ser vistas desde el cómodo olvido de un pasado pletórico de ejemplos que apuntan hacia direcciones no demasiado convergentes con las declaraciones del presidente ejecutivo de Microsoft.  La propia actualidad está mostrando matices menos “amistosos”, y la garantía de acceso público a estas maravillas…está por ver, no desde el punto de vista tecnológico, sino desde ángulos más “sensibles” como el de las finanzas (ver IBM Blue Insight).

Por tanto, podríamos decir: ¡hay que mirar hacia la nube, claro que sí!, pero… apoyados en bases que se vienen construyendo desde el pasado, o estaremos a expensas de repetir descalabros ya conocidos, y esto sería -al menos- innecesario.

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