Termina el año, y tal como nos pasa a más de uno cuando -al final del día- ponemos la cabeza en la almohada y hacemos balance entre lo logrado y lo por hacer, la cercanía de un nuevo año nos pone a pensar: ¿qué pasó? o peor…¿qué va a pasar?
Los pronósticos -al menos en los escenarios tecnológicos- son diversos, aunque hay cierto optimismo: más potencia, menos consumo de energía, más ligereza, portabilidad, disminución de dimensiones físicas, aumento de prestaciones, posibilidad de colaboración, en fin…
En particular hay un tema, o más bien un grupo de temas que pueden ser especialmente interesantes, si los analizamos desde un particular punto de vista, y me explico: cuando una persona tiene buena vista, o buen oído, es muy veloz, ágil en sus movimientos, tiene buena memoria o es capaz de inter relacionar hábilmente diversas materias, se le considera especialmente beneficiado, pues -seguramente- podrá poner estas potencialidades en función de obtener sus metas, sus objetivos cotidianos, los que -a su vez- probablemente le proporcionen un cierto “posicionamiento” social.
Pues resulta que justo al final de este año 2010, un grupo de temas vinculados con la portabilidad de algunas herramientas, nos está permitiendo fortalecer nuestros “atributos” en muchos de estos sentidos. Comenzó siendo algo alucinante denominado “realidad aumentada” (http://xurl.es/9h2bd), en una redacción agresiva si tomamos en cuenta el carácter “basal” del término realidad.
El tema es simple: herramientas que -como el teléfono móvil- suelen acompañarnos por doquier, incluyen ahora prestaciones que permiten a determinados servicios de la red -a través de las empresas telefónicas- saber exactamente dónde estamos, y hacia dónde estamos apuntando con la cámara de nuestro móvil.
A partir de enviar estos datos (descritos de forma simplificada), nos envían de vuelta las informaciones que tengan sobre el objetivo al que estemos apuntando: esto puede ser (por ejemplo) el nombre de un hotel, cuántas habitaciones tiene libres en ese mismo momento, a qué precio, qué otros servicios incluye, entre otros posibles.
También puede suceder que, si enfocamos convenientemente un cartel puesto en un idioma que nos resulta desconocido, obtengamos (por un mecanismo similar al anterior) una traducción aproximada de lo que se desea expresar, algo que puede ser de utilidad en múltiples ocasiones (ver Tele Scouter, de NEC).
Si necesitamos operar a partir de determinadas informaciones, ya no tenemos que “memorizarlas” al dedillo, podemos consultarlas en el momento necesario (información ubicua), sin importar cuán agreste sea el entorno en que nos encontremos (http://xurl.es/8kp21), e incluso contactar con otras personas.
Tampoco necesitamos preocuparnos por fijar los detalles visuales de algo, pues lo podemos fotografiar o filmar; a cada instante podemos conocer parte de lo que está sucediendo a nuestro alrededor o en aquellos lugares que nos resulten de interés, podemos intercambiar opiniones ….y la lista de prestaciones que vienen en nuestra ayuda CRECE, incesantemente, en múltiples direcciones.
Y esta posibilidad de llevar una vida “aumentada”, a pesar de los augurios negativos vertidos públicamente por Matrix o Minority Report… ¡bien que puede dar resultados!. Eso sí: una vez más depende de nosotros, los humanos.
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