Hay cifras que mueven montañas: para el 2014 debe alcanzarse un 90% de penetración de la telefonía móvil (obviamente de forma no uniforme para todos los países), con más de 6 500 millones de líneas móviles.
Para este mismo año, cerca de 3 000 millones de adultos podrán realizar transacciones comerciales vía teléfono móvil o Internet.
Y cuando Gartner (fundada en 1979, consultora especializada en tecnologías, con sede en Stamford, Connecticut, Estados Unidos ) anuncia que “Una de cada diez computadoras personales que se vendan en el mundo en 2014 serán ordenadores planos o tabletPCs”, hay muchas empresas que prestan especial atención, y modelan su futuro proceder en función de este vaticinio. ¿Cuáles? Por ejemplo Apple, Microsoft, Samsung, Intel…y otros “pesos pesados” de estos escenarios.
El problema sería conocer ¿de cuántas unidades se está hablando?
Según estadísticas tomadas de esta misma empresa, el crecimiento de 2009 a 2010 fue de 14.3%, y para 2011 se espera un 15%, llegando a los 400 millones de computadoras personales vendidas (esta cifra ha sido recientemente reajustada, pronosticando que quedará en 385 millones). Por tanto, suponiendo un crecimiento anual de un 15%, estaríamos hablando de más de 600 millones de unidades vendidas para 2014, de las que 60 millones (una de cada diez) serían del tipo tabletPC y semejantes….¡una gran cifra!
¿Cuáles han sido maniobras visibles en el sentido de corregir el rumbo de diseñadores y productores de programas y equipos informáticos?
Habría que empezar atendiendo a una limitación de las herramientas tipo tabletPC, teléfonos móviles, netbooks y ultraportátiles: dependen -para su uso- de una batería. Y esto puede parecer -además de obvio- sin mayor importancia, pero no lo es.
El crecimiento del poder de procesamiento de las computadoras personales, no ha tenido el uso mesurado de la energía eléctrica como un aspecto muy presente que digamos, y cuando se anuncia -por citar dos ejemplos- que el procesador Intel i7, con sus más de 700 millones de transistores, necesita disipar 95 W de calor por medio de su unidad de enfriamiento (se disipador, ventilador, refrigerado o cualquiera de las variantes posibles a implementar), o que el Xeon X6550 de 8 núcleos -por su parte- exige disipar 130 W, vemos cómo se impone un importante uso de energía solo para cumplir esta función, que no es la única consumidora.
Por tanto, el tipo de procesador a ser usado en teléfonos y plataformas portátiles (ya sean ultraportátiles o tablePCs) debía cumplir una complicada misión: ofrecer prestaciones semejantes a las computadoras convencionales, pero ser mesurados a la hora del uso de la energía acumulada en las baterías. Y de esto se percataron en ARM desde la década de los 80 del siglo pasado (una aclaración necesaria: ARM no es solo una arquitectura de microprocesadores, sino también el nombre de la empresa que la desarrolló).
De aquí que, actualmente, cuando observamos algunas de las propuestas de mayor protagonismo en el mercado (Motorola Xoom, Samsung Galaxy Tab 10.1, LG Optimus Pad, Acer Iconia Tab A500, HP TouchPad, HTC Flyer y BlackBerry Playbook) podemos percatarnos de que todas vienen acompañadas de un procesador con arquitectura ARM, algo que tiene muy preocupado al equipo de Intel, que pretende (sin mucho éxito) colocar en este escenario a su recién lanzado Atom Z670 (más caro y menos poderoso que los actuales Tegra de nVidia).
Tudor Brown, CEO de ARM, declaró recientemente que su tecnología alcanzará aproximadamente un 40% del mercado de las netbooks y un 85 por ciento del mercado de los tabletPCs para el año 2015. La base del razonamiento de Brown no es otra que Windows 8, versión anunciada por Microsoft y que podrá ejecutarse sobre procesadores ARM, algo hasta ahora no permitido, pues se exigían modelos con arquitectura x86 propia de Intel (relación conocida como Wintel).
Pero…esta historia está recién comenzando: episodios anteriores nos muestran como Apple, para el desarrollo de su emblemático iPad, en su momento compró empresas especializadas en la construcción de procesadores con arquitectura ARM: PA Semi y también Intrinsity, que había trabajado con Samsung en la construcción del Hummingbird. De estas compras surgieron los modelos A4 y A5, diseñados especialmente para los emblemáticos tabletPCs de Apple, y razón principal -según muchos expertos- del destacado rendimiento de estos modelos.
El episodio con Intrinsity pudo haber dado la impresión de que Samsung había quedado debilitada en el desarrollo de procesadores “a la medida” para sus herramientas ligeras, pero, una declaración hecha pública a principios de junio de 2011 ha variado esencialmente este matiz: Samsung lanza al ruedo de terminales y dispositivos móviles su nuevo modelo doble núcleo Exynos 4210 (SoC), con el que sustituye a Hummingbird.
Exynos utiliza el CortexA9 de doble núcleo a 1 GHz, 25% más rápido (DMIPS) que el CortexA8, además de incorporar destacadas prestaciones en lo relacionado con el uso de imágenes.
Queda por ver la respuesta de Intel, AMD y Via Technologies, que han seguido apostando por la arquitectura x86, y por ende, han visto reducida su participación en la eclosión de herramientas ligeras que invade al mundo, aunque -por el momento- el anuncio del fin del “feudo” Wintel (Windows+Intel) no augura nada positivo para este trío “ocasional”.
Para si todo esto fuera poco, según la propia empresa Gartner, para 2013 habrán más accesos a la red desde plataformas portátiles que desde computadoras convencionales, pues deben haber -para ese entonces- 1 780 millones de computadoras personales instaladas, y 1 820 millones móviles con capacidad de navegación en manos de la población del mundo (anuncian que el mercado de los smartphones llegará a los 470 millones de unidades en 2011, un incremento del 57% con respecto a 2010.).
Que ¿de dónde viene el nombre Exynos?
Pues los coreanos acudieron al idioma griego, Exynos es una mezcla de los términos, expynos y prasinos, es decir, “inteligente” y “verde”, en una franca alusión al alto rendimiento que en procesamiento -supuestamente- alcanza, y a su bajo consumo de energía, lo que los coloca en la cuerda de cumplir con las exigencias de los defensores del medio ambiente. ¿Será verdad?
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