El tema del impacto visual de los productos de Apple es
-indudablemente- algo que los caracteriza, seamos seguidores o no de la
manzana.
Una vez tras otra, con este recurso o aquel, logran la diferencia, la
sutileza que los distingue, y esto...¡pues ha funcionado tan bien que muchos
han decidido pagar bien caro por esta distinción!
Una de las últimas propuestas, el Mac Pro mostrado en WWDC
(como dato curioso, será ensamblado en Estados Unidos), no es la excepción: aún
antes de conocer que trae en su interior (suelen estar bien dotados) la imagen
que ofrecen es impresionante, a no dudarlo: será aceptada o no, el tiempo dirá,
pero resulta un sesgo a la línea de lo “normal” en computadoras de escritorio
(ver http://www.apple.com/mac-pro/).
Cuando miramos a su interior (ya llegaremos al precio, no se
apresure…) encontramos un procesador Intel Xeon de
hasta 12 núcleos, dos tarjetas de video
AMD FirePro, soporte para monitores 4K, memoria RAM quad-channel a 1866MHz,
almacenamiento en unidades de estado sólido (SSD) conectadas vía PCI Express
que permiten transferir datos a 1250MB/seg.
En lo relativo a conectividad, cuenta con WiFi 802.11ac y
Bluetooth 4.0, cuatro puertos USB 3.0, salida de video HDMI estándar, puerto Gigabit Ethernet para un cable de
Internet y seis puertos Thunderbolt 2 (transferencia de 20Gb/seg).
El precio…bueno, a nivel de pronóstico, ya que no se ha sido
fijado oficialmente: 1.899 euros para la versión más baja con 8 GB de RAM,
disco duro SSD de 128 0 256 GB y un Xeon de 4 núcleos, y 2.899 euros para la
versión de 12 núcleos, con hasta 768 GB de almacenamiento SSD, 16 GB de RAM.
Sin comentarios: el mercado de las formalidades aliadas con las tecnologías no
admite análisis.
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