Los nombres propios, durante mucho tiempo, han sido como nuestras etiquetas identificadoras : no es lo mismo llamarse Rabindranath Tagore, que Julio Verne, que Brad Pitt. Incluso, un error en un nombre puede llevarnos por mal camino, ya sea en el caso de una herencia, o en otros menos felices.
A la hora de buscar el nombre para un nuevo ser humano, suelen destaparse las creatividades más insospechadas, y se carga a las indefensas criaturas con los más “originales” nombres, los que han de llevar en hombros, a la vez que aclaran “es con H intermedia”, o “termina en Z”, entre otras sutilezas. De los términos tomados de otros idiomas ¡NI HABLAR!.
Pero esto no es privativo del mundo de los pequeños seres humanos que traemos al mundo para bautizarlos con combinaciones frecuentemente impronunciables, no, nada de eso.
El mundo de las tecnologías, necesitado de llamar la atención del mercado, y distinguirse sobre otro mar de productos frecuentemente MUY PARECIDOS a ellos, suele incursionar igualmente en el mundo de los nombres y su adecuación a las nuevas creaciones.
A analizar algunos casos muy en boga vamos a dedicar el comentario de hoy.
Las relaciones entre humanos están caracterizadas por la necesaria, imprescindible COMUNICACIÓN.
Bueno, ¿y esto a qué viene? Pues resulta que esta es una verdad que se ha mantenido inamovible desde la época de las cavernas, y aun con la existencia -hoy día- de “super tecnologías”, nano componentes, memristores y aceleradores de partículas, la comunicación solo se ha visto…POTENCIADA a niveles antes impensados!.
Véanlo a su alrededor: todo el tiempo alguien se está comunicando con nosotros, a través de la TV, el radio, la prensa, las redes, los carteles publicitarios, casi no hay un segundo en que alguien no esté tratando de comunicarnos una idea, o influir -de alguna forma- sobre nosotros.
Aunque es importante reconocer que “algo ha cambiado” últimamente : la comunicación se ha hecho más BIDIRECCIONAL, ya no solo se comunican conmigo…sino que ahora puedo comunicarme yo con los demás, interactuar, debatir, disentir…
Incluso ahora, con frecuencia, recibimos mensajes que nos convocan a expresarnos, a través de “nuevos” canales como los mensajes de texto enviados a través de los teléfonos móviles, los muy famosos SMS.
¿Qué opina sobre tal o mas cual tema?¡Envíe un SMS y vote por su preferido! Obviamente las votaciones convocadas están frecuentemente vinculadas con cuestiones…vamos a ver ¿cómo decirlo?...no demasiado protagónicas, pero en fin…
Volviendo al tema de las modalidades de comunicación, este tema de expresarnos a través de un texto escrito tiene -al menos- una pequeña ventaja sobre una conversación “a viva voz” como se diría en algunas especialidades : el texto queda almacenado en el receptor, quien puede volverlo a leer si así lo desea, e incluso, re enviarlo a alguien.
Este particular matiz de perennidad ha ejercido su influencia en grandes masas de consumidores de estas tecnologías : un reciente estudio consultado en la red exponía que según cifras obtenidas de investigaciones con adolescentes en Norteamérica, el 54% de ellos utilizaba el SMS al menos una vez al día, contra solo el 38% que utilizaba las llamadas de voz.
Esto puede tener diversas motivaciones, desde el prácticamente nulo costo de enviar un SMS en diversas ofertas comerciales de telefónicas en boga, hasta una nueva práctica que se ha extendido ferozmente por los más diversos campos de la cotidianidad : la participación en las redes sociales.
¿Que cómo es esto? Es simple, son sitios de las redes donde se produce una “puesta de acuerdo” entre sus organizadores (los dueños del sitio) y los participantes, quienes se registran con un nombre -volveremos sobre el tema de los nombres, perfiles o avatares con que nos presentamos en estas redes sociales- y de esta forma intercambian mensajes, esencialmente compuestos por textos, aunque se han popularizado últimamente -con el desarrollo de la capacidad de los canales de comunicaciones- utilizar fotos y videos.
Facebook es -tal vez- el paradigma de estas redes sociales, la versión digital de los otrora clubes sociales: declara tener más de 400 millones de usuarios registrados, más del 70% fuera de Norteamérica (fíjense bien en esta cifra, a la larga va a resultar de estratégica importancia), y esta enorme masa de humanos interesados en intercambiar comunicaciones con otros semejantes, están -desde hace unos pocos años- accediendo a estos servicios desde …sus teléfonos móviles, a través de mensajes de texto que son convenientemente insertados y publicados en estos sitios.
Ahora, ¿entre 400 millones de semejantes, cómo nos identificamos, cómo logramos nuestra individualidad?
De aquí la importancia del término AVATAR, polisémico, usado en las redes como sinónimo de representación “virtual” de un usuario en un entorno del tipo red social o semejantes.
O sea, en la red existimos a partir del AVATAR que conformemos, a partir de -frecuentemente- nuestra fotografía personal, o algún gráfico -¡se ven cada cosas!- y el nombre que escojamos, que no siempre es el real, aclaro. Pueden aparecer Marías que en verdad sean Pedros, y esto puede resultar MUY EMBARAZOSO.
Y aquí regresamos a la elección o construcción de los nombres: a nivel de representación individual, en los avatares personales, encontramos de todo : Mr Computer, Sr de la Tinieblas, TecnoMan, en fin…cada cual trata de crearse una portada que impresione de solo leerla, aunque ya después de haber pasado algunos años de estas prácticas, los nombres altisonantes suelen resultar inequívoca señal de … banalidad, deseos de mostrar LO QUE NO SOMOS, en fin, cada vez con más frecuencia encontramos en el perfil de un usuario un nombre común, a veces vinculado con profesiones o empresas que ayudan a precisar la identificación.
Pero, esta intención de impresionar con el nombre no es privativa de los usuarios de las redes sociales, nada de eso. Tal vez la cosa comenzó con las campañas publicitarias de algunas empresas que se especializaron en crear verdaderas leyendas alrededor de sus propuestas de productos.
Vean FireFox, ejemplo paradigmático de los navegadores de INTERNET, palabra compuesta tomada del idioma inglés, que puede significar algo así como zorra de fuego…
Igual la útil herramienta llamada Babylon, una especie de diccionario multi lingue que se puede mantener activo durante una sesión de trabajo, y utilizarlo dentro de cualquier aplicación que estemos usando….toma su nombre de la “maldición” bíblica contenida en el libro Génesis, en que los hombres fuimos condenados a usar distintos idiomas que complicarían -indiscutiblemente- la comunicación. Este programa esta llamado -entonces- a ser “la salvación”, y esta bueno, la verdad sea dicha!.
Los ejemplos se agolpan : Disk Doctor, de la empresa Norton, en franca referencia a cuando necesitamos que un doctor nos ayude a resolver nuestras dolencia, en este caso relacionado con un tema TAN SENSIBLE como el aparato que nos permite almacenar nuestros datos, nuestros sufridos datos!.
Por supuesto que no podemos olvidarnos de uno de los fabricantes que más atención presta a su público de diseño, la empresa Apple, dedicada a cultivar a un segmento poblacional joven, potenciales compradores de cuanto invento ellos lancen al mercado, al punto de ser tildados como zombies, dispuestos a seguir cada nueva propuesta de forma aparentemente impensada.
Los diseñadores de las campañas publicitarias de esta empresa, que son los encargados de proponer nombres comerciales que las encabezarán, han seguido varios caminos, todos dirigidos a comunicar desde el nombre de cada artículo una importante serie de valores añadidos -según ellos-. De aquí surgieron ejemplos como el del Power PC ( algo asi como computadora potente), y la ya extensa saga de la familia de productos cuyos nombres comienzan con i.
¿Por qué la “i”? Bueno, las teorías abundan, pero la referencia a “intelligent” es generalmente aceptada. O sea, es algo así como que los productos de Apple tienen un toque de distinción o de magia, son “inteligentes”.
De aquí el harto famoso iPhone -líder en popularidad de toda esta familia-, el ya anciano iMac, el iPod y ahora, haciendo convulsionar a los fanáticos…el iPad, una mezcla entre computadora, reproductor multimedia, lector de libros electrónicos…estos últimos conocidos como eBooks, pues siguiendo esta misma “técnica” anteponer una “e” significaría un cierto toque de electrónica!.
De esta forma aparecen a diario nuevos nombres, como el de una “nueva” herramienta lanzada a la opinión pública por la conocida empresa Simon & Schuster (famosa desde 1924 por sus libros de crucigramas ¡dígame usted!) que permite consumir un nuevo tipo de producto, mezcla entre video y libro electrónico (book), al que han dado en llamar VOOK. ¡Se verán horrores…!
¡ Imagínese como debe estar el mundo de la televisión, no restablecido aun del infarto de las nuevas normas de alta resolución, y ahora inmersa de lleno en la …anónima aun tendencia de la televisión 3D !
… ya veremos….
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