Procesamiento Paralelo, 1er episodio

El hecho de mantener una constante comparación entre el humano y la computadora tal vez no es justo: el hombre creador, la computadora herramienta, no está claro de dónde viene la necesidad de mantener esta eterna competencia, donde -incluso- se le otorgan a la máquina sentimientos bajos, envidias, malos instintos, como si el hombre viera en ella su más oscuro yo.
 
Sin embargo, como casi todo en la vida, esta comparación tiene 2 caras, y los creadores de estas herramientas tratan de imitar en gran medida las habilidades innatas del humano, tímidamente en un inicio, y osadamente en el decursar de esta práctica. A esta relación de sentimientos extremos (algo así como amor y desamor) vamos a dedicar nuestro comentario de hoy.
En este curioso proceso de comparación, vemos como ahora mismo oyen mejor que nosotros, escriben más rápido que nosotros, ven mejor que nosotros, y todo esto proviene de las propias necesidades de la sociedad humana, que cada vez con más frecuencia le encomienda a la computadora lo que ningún humano desea hacer, por involucrar peligros, exceder sus capacidades físicas o resultar aburrido.

Tal vez este tema de la injusta comparación entre el creador y su herramienta pueda enfocarse desde diversos puntos de vista, y uno de ellos estaría relacionado con la forma en que el humano integra la información que obtiene de su contacto con el medio que lo rodea.

Este “contacto” con la realidad viene dado, al menos en un nivel primario, por las sensaciones que tenemos gracias a la vista, el olfato, el tacto, el oído, los que, de forma independiente, nos entregan distintas informaciones simultáneamente en el tiempo, y….entonces aparece lo que hasta hoy sigue siendo la fascinación de muchos teóricos, y el campo de estudio de las más diversas especialidades : el hombre percibe, entendiendo por percibir algo más allá de todas las sensaciones en si mismas, constituyendo una especie de integración de toda la información recibida. 

Pero bueno, y todo esto ¿a qué viene?¿qué relación tiene esto con el desarrollo de las tecnologías? Pues sí que tiene que ver.

El tema está en que las -todavía hoy- débiles computadoras no han sido instruidas en cómo integrar las señales que les llegan a través de sus ojos, oídos y otros sentidos con los que su injusto creador las ha dotado. Por tanto, oyen bien, ven bien, palpan bien, pero…y siempre hay un pero, no logran nada más que eso, superar a su creador en la fidelidad de sus sentidos. Además, hay otro elemento francamente en contra, y que tiene que ver con un húngaro nacionalizado estadounidense, John von Neuman, que tuvo que ver con el diseño de las primeras máquinas de cálculo electrónico en la década de los 50 del siglo 20. Desde aquel entonces las computadoras fueron concebidas para hacer primero una cosa y después otra. Así de simple.

Esto significa que si desea escribir, ver una imagen, escuchar un sonido, dirigir algún equipo, todo esto con la ayuda de una computadora, deberá estar consciente de que ella no puede hacerlo todo al unísono.
Y ahora mismo muchas personas deben estar pensando :” ¡Este hombre enloqueció! Yo estoy cansado de, con mi humilde computadora de mesa, hacer más de una cosa a la vez : imprimo un documento, oigo música, veo una foto y a la vez la incluyo en un mensaje de correo electrónico que voy a enviar de inmediato”. Pero vayamos despacio, que lo que vemos puede ser equívoco. Es cierto que a diario hacemos varias cosas aparentemente de forma “simultánea” con una misma computadora, pero este “a la vez” nos puede estar confundiendo, dada nuestra percepción práctica de las unidades de tiempo.

El problema está en que la más humilde de las máquinas computadoras actuales es capaz de realizar operaciones en unidades de tiempo prácticamente despreciables para el hombre. Pongamos un ejemplo.  Cuando oímos decir que tal procesador -por ejemplo- Pentiun 4 trabaja a 3 Giga Hertz, están queriéndonos decir que el citado procesador trabaja en unidades de tiempo iguales a dividir un segundo en 3 mil millones partes, o lo que es lo mismo, utiliza para medir el tiempo de una determinada operación estas pequeñísimas unidades de tiempo. De hecho, se utiliza el prefijo  nano que se antepone a ciertas unidades de medida  y significa una milmillonésima parte de algo, por ejemplo nanosegundo la milmillonésima parte de un segundo. Bien lejos está el humano promedio de encontrar útiles a tan pequeñas unidades de tiempo. 

Y es por esto que nos parece que está haciendo muchas cosas a la vez, aunque en verdad la estrategia consiste en atender por cortos períodos de tiempo a cada tarea, e ir alternando su atención entre todas las solicitudes que se le hayan hecho : imprimir, atender el teclado, poner gráficos en pantalla, reproducir sonidos, manejar una impresora, entre otras tantas posibles, por que, al final, el “débil” humano no puede percatarse de esta “trampa”. Esto fue exactamente así hasta finales del siglo 20, cuando apareció un procesador que cambió esencialmente la forma de atender a las tareas, pues, para asombro de todos, fue concebido para atender a más de una cosa en el mismo instante, o sea, era capaz de hacer dos cosas al unísono. 

Este procesador, de la empresa Intel, se denominó Pentium, y con él la historia de la informática cambió. Ahora las máquinas si eran realmente capaces de hacer cosas simultáneamente, y esto permitió a su creador, el hombre, perseguir nuevas metas, antes no soñadas, porque, como es lógico, el Pentium 1 fue solo el comienzo de una estrategia de desarrollo que superaría con creces todo lo conocido, aunque sometería a los programadores humanos a nuevas exigencias : Debían abandonar la cómoda secuencia lineal de pasos (primero haz esto, y solo después que lo termines, haz esto otro…) para introducirse en una trama de acciones en las que el humano debe dejar claro que acciones se pueden hacer a la vez, y cuales dependen unas de otras. Parece simple ¿verdad?....pero no siempre lo es, hay situaciones muy complejas en las que la definición de lo que se puede hacer al unísono y lo que no puede tomar tiempo en ser dilucidado.

Sin embargo, Intel con su Pentium destapó la caja de Pandora, y hasta ahora mismo, primer trimestre de 2009, existen al menos 4 versiones de procesadores que permiten alguna forma de paralelismo en su explotación. No obstante, parafraseando al poeta, las maravillas se han demorado, aún cuando la tecnología está lista desde hace años. 

¿Qué pasa entonces?¿Por qué esta multiplicación de las potencialidades reales de procesamiento no se han reflejado en un crecimiento directamente proporcional de los resultados? 

¡Hay, el mercado….! ¡Siempre presente, obstaculizando el avance de  la ciencia y la técnica matizándolo todo con los intereses financieros!

Ya veremos….

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