MEGABITS: ¿Gasolina? ¡No, excrementos!

El precio del petróleo es un indicador curioso: si sube, un grupo de países se alegra y otros se deprimen. De inmediato se disparan los precios de la gasolina, la industria automotriz se reciente y anuncia modelos económicos, en fin…..

Si baja -es tal vez más curioso- todos se deprimen: extraordinariamente que baje el precio del barril de petróleo no significa necesariamente que -por ejemplo- baje el precio de la gasolina o el diesel, y sin embargo, se producen grandes reuniones entre poderosos negociantes que -se supone- discuten sobre…bueno ¡ sabe Dios! . De camino, la industria automovilística despide algunos miles de trabajadores.Puestos en función del inminente fin de las fuentes fósiles, se pensó en los portadores renovables como el alcohol.

Grandes países con desarrollo agrícola como Brasil han apostado por el tema desde la década de los 70 del siglo XX, llegando incluso a presentar variantes con motores que admiten indistintamente varias modalidades de combustibles:  gas natural, alcohol, mezcla de alcohol y gasolina o simplemente gasolina tradicional.  La tecnología –desarrollada por Bosch- se denomina “Tri Fuel”: el conductor puede elegir el tipo de combustible con tan sólo apretar un botón (incluso cuando el coche está en marcha).

Sin embargo, mucho se habla del riesgo de hambrunas generadas por utilizar productos vegetales para generar combustibles.

BioCombustibles: entre el espanto y la ternura…

No obstante, las apuestas en este sentido ( biocombustibles ) crecen, hay argumentos a favor de indudable envergadura: El cultivo de caña de azúcar, materia prima del alcohol, absorbe tanto o más dióxido de carbono que el emitido en la combustión del alcohol. Y -además- se aprovechan sus subproductos, como el bagazo para generar energía eléctrica y otros para fertilizar la tierra. Además, Las emisiones contaminantes en los motores que funcionan con alcohol, no llegan a ser en las peores condiciones el 50% de las de gasolina.

Sin embargo…el tema de la movilidad sigue motivando al ingenio humano, y las propuestas no se hacen esperar:  recientemente en la ciudad inglesa de Bristol, se presentaba un modelo de automóvil (conocido como Bioescarabajo) que funcionaba completamente en base a gas metano, un hidrocarburo generado por… los excrementos humanos y otros desperdicios orgánicos que van a parar a las cloacas de esta ciudad del sureste británico.

“El carro (aclara Mohammed Saddiq, ingeniero de la empresa GENeco que desarrolló el prototipo) logra la misma velocidad que uno tradicional. Al andar tampoco se sienten diferencias y, podemos confirmar que, pese a que las heces y otros desechos son la materia prima de su combustible, el tubo de escape no despide ningún olor desagradable”.

Efectos secundarios.

Este proyecto surge como subproducto de una planta de tratamiento de aguas residuales de Avonmouth, en las afueras de Bristol, produce biogás. Las aguas que llegan allí a través de los sistemas urbanos de evacuación, son sometidas a una serie de procesos dirigidos a descomponer los desechos, a la vez que, de forma paralela, se obtiene el biogás.

Como la planta produce más biogás del que necesita para abastecer sus necesidades energéticas, la empresa decidió aprovechar el sobrante y de aquí nació la idea de crear un automóvil que funcione con metano. "Esta planta produce unos 18.000 metros cúbicos de biogás al año. Si lo convirtiésemos en biocombustible para vehículos, y reemplazáramos al combustible fósil, podríamos dejar de emitir 19.000 toneladas de CO2", explicó el ingeniero Saddiq.

Sin lugar a dudas (y hasta que se demuestre lo contrario) esta parece ser una fuente bastante estable de portadores energéticos de “nuevo” tipo…. queda preguntarse ¿cuándo se comenzará a usarla para generar electricidad?

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