Historias de leones y cazadores (nueva temporada).

Recién leía un interesante comentario en el blog de Lluis Bassets (http://xurl.es/w1vpt) y me daban vueltas en la cabeza algunas ideas que no quise dejar sin compartir, el ánimo es solo ese: compartir, debatir...

Es curioso: mientras el poder de publicar ideas, noticias (secretos ajenos incluidos) estuvo en manos de unos pocos -y esto fue así durante un largo período de tiempo-, no aparecieron muchas quejas; sobre todo porque las plataformas para hacerlo han sido -desde siempre- bien hegemónicas; por tanto, ¡si no me interesa, no te publico!: esta fue una máxima “bienhechora”.

Pero...últimamente han habido algunos cambios: ahora resulta que, como bien diría recientemente Jeff Jaffe "La web nos ha dado a todos un enorme megáfono. La libertad de expresión ya no se limita a decirle lo que queramos al de al lado: ahora podemos decírselo a todo el mundo".

Tal vez la convulsión proveniente del síndrome Assange tenga más de poderosa perreta que de defensa de los derechos individuales, de los cuales no se oía hablar hace unos pocos años, y que ahora son más atendidos y "cuidados" que nunca.
Reconozco que todos estamos en ascuas: hemos vivido tan acostumbrados a recibir los mandamientos que rigen la vida cotidiana a través de los canales "establecidos", que ahora, ante una incursión de "nuevo" tipo, no sabemos muy bien qué hacer...¡vean las declaraciones de los todavía no implicados: son tímidas, cautelosas, aunque los involucrados sean archiconocidos enemigos de medio mundo! ¡El problema puede ser que -de puertas para adentro- estamos temiendo aparecer también en esta avalancha...!

¿Tan confundidos estamos que necesitamos volver la vista al cielo, a ver si nos llega una señal? Tal vez sea bueno releer Mt 21,12, donde se nos describe cómo, un día, hasta Jesús debió hacer una purga violenta entre aquellos grupos que estaban usando determinados “recursos” para garantizar sus intereses particulares, posiblemente lejanos del bien común.

No obstante, creo si es un buen momento para recordar declaraciones de Eric Schmidt hechas durante una entrevista en 2009: "Si no quieres que se sepa algo, no lo hagas".

Obviamente él representa a una plataforma de las que propician un determinado intercambio de informaciones antes inaccesibles, y -obviamente- no se estaba refiriendo exactamente al fenómeno WIKILEAKS: solo estoy haciendo una "apropiación", ajustándola al momento que vivimos.

Antes de continuar, hay que hacer una aclaración: esta frase puede no ser de la autoría del hombre Google, aparece referenciada como un proverbio chino -al menos en http://es.wikiquote.org/wiki/Proverbios_chinos-.

Es cierto que un concepto como el de la privacidad está sufriendo bruscas alteraciones; también la efectividad de adjetivos como secreto y su uso a nivel de ciertas profesiones y países.

Pero…las “filtraciones”, la ruptura de la privacidad, no provienen de herramientas tecnológicas que actúan independientes del humano ¡nada de eso!; ni de la cantidad de cámaras, micrófonos o sitios pirateados que encontremos a nuestro alrededor: el origen de estas informaciones parece estar más en el accionar de PERSONAS, que, intencionadamente, están redireccionando mensajes, archivos, datos destinados originalmente a ser mantenidos en “secreto”, aun cuando nadie se esté cuestionando mucho ¿por qué tanta privacidad?

Se habla de una “necesaria nueva cultura de la discreción”. No de unas relaciones más respetuosas del derecho ajeno (base de la paz, según Benito Juárez); no de un accionar inteligente, colectivo, que involucre y tome en cuenta los intereses de mayorías formadas por los más disímiles individuos; no de eliminar las agresiones al más débil; no de lograr una mejor comprensión... no, nada de eso hace falta: el problema es poder seguir haciendo lo que queramos, a expensas del que sea, pero ¡eso sí: que nadie se entere!

Mezclar la socorrida imagen del Gran Hermano con el revuelo armado por la publicación de acciones cuestionables desde elementales criterios de la ética básica…¡lejos de ayudar a avanzar, puede que solo incremente nuestro desconcierto!

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