Midiendo...INTERNET.

El humano promedio se aferra -desesperadamente- a un reducido grupo de herramientas que le “facilitan” la navegación por la vida: de hecho -por ejemplo- el tener 10 dedos nos lleva a tratar de resolverlo todo con este primigenio sistema de representación. Por tanto, lo que excede de 10…pues nos lleva a un nivel superior de complejidad, que suele resultar…incómodo, aunque solo lo reconozcamos en voz muy baja.

De aquí que algunos fenómenos resulten especialmente difíciles de comprender, de abarcar con nuestra comprensión: las dimensiones del universo, la cantidad de personas que habitan este nuestro planeta…y también lo que significa INTERNET.
Sí, es cierto que se habla de ella a todas horas, en órbitas tan disímiles como la política, la economía, las ciencias técnicas, pero generalmente nos referimos a algo nebuloso, de dimensiones desconocidas…y en el fondo esto puede resultar conveniente (¿para qué cargarnos de informaciones innecesarias?) o no.
Porque, en nuestro cotidiano bregar, los procesos de percepción-comparación-valoración nos acompañan a cada paso, y hay una realidad: valoramos por comparación entre informaciones de interés.

Por tanto, si no tenemos datos, poco podemos sacar en conclusión en nuestra intención valorativa: en un mundo de extrema competencia, validación e intercambio, el conocimiento del entorno y los demás participantes puede ser estratégicamente importante. Es más: el desconocimiento nos puede llevar a sacar conclusiones erróneas, achacar a causas solo parcialmente veraces determinados resultados, o peor, tomar acciones en direcciones equivocadas.
En momentos en que muchos teóricos coinciden en el hecho de que -tal vez- estamos viviendo en una nueva formación económico social, con sistemas productivos que convulsionan y cambian a cada instante -no siempre para bien, lamentablemente-  el concepto sociedad del conocimiento, o de la información gana adeptos, cuando -incluso- el potencial de un grupo social es cada vez más medido a partir de sus conocimientos, convirtiéndose la información en algo a la par de otras monedas de cambio.

De aquí que empresas de las más diversas envergaduras y tendencias dedican importantes esfuerzos en la conformación de bases de datos de corte estadístico que permiten crear lo que los angloparlantes llaman el “big picture”, algo así como una visión general, panorámica del escenario en que nos “movemos”, y lo hacen bajo la convicción de que todo evento, por pequeño o -aparentemente- baladí que parezca, puede -a la corta o a la larga- influir determinantemente en todo el sistema. En resumen, no hay tal caos: solo tenemos un gran desconocimiento de las leyes que rigen lo que acontece a nuestro alrededor.

Por tanto, acopiar información, observarlas despacio, relacionarlas unas con otras, digerirlas y después volver a mirar a nuestro alrededor, puede ayudarnos a entender y encausar nuestras acciones. Obviamente, los datos que manejamos provienen de fuentes externas, pueden cruzarse, validarse, dudar de ellos, pero -si se estudian con detenimiento- pueden darnos una visión aproximada de las dimensiones de los eventos a los que estamos asistiendo; y aunque nos parezca que NO, que estamos afuera y que vamos a mantenemos así por nuestra propia decisión, en verdad esta participación no es opcional.

Veamos unas pocas cifras (cálculos aproximados de diversos organismos locales e internacionales):
·        Población mundial (estimación 2010):                                    6,845,609,960

·        Internautas (personas con acceso a INTERNET):                1,966,514,816

·        Crecimiento del acceso a INTERNET, últimos 10 años:    28.7%

·        Penetración INTERNET (% población conectada):
América del Norte y Europa:             35-41% ha crecido 58-77% en 10 años
América Latina y Sur:                         6.3%,     ha crecido 34.5% en 10 años
Asia/Pacífico:                                      4.5%,     ha crecido 180-621% en 10 años
Medio Oriente:                                    2.1%,     ha crecido 1,825% en 10 años
África:                                                   0.1%,     ha crecido 2,357 % en 10 años

·        Velocidad acceso a INTERNET (redes fijas):
América del Norte y Europa:              3-6.3     Mbps
América Latina y Sur:                          0.8-2.5 Mbps
Asia/Pacífico:                                       0.8-8.5 Mbps
Medio Oriente:                                     0.5-3.5  Mbps
África:                                                    > 0.25    Mbps

·        Velocidad acceso a INTERNET (redes móviles): los operadores de redes de telefonía  móvil operan en diversos territorios, solapándose entre ellos, no se puede hablar de una clara división geográfica, pero las cifras de Akamai Technologies, Inc. (corporación que provee, entre otros servicios, una plataforma de computación distribuida para el cacheo global de contenidos de Internet y el reparto de aplicaciones, establecida en Cambridge, Massachusetts) en el 3 cuatrimestre de 2010 indican que, de los 111 operadores principales, 23 lo hacen sobre los 2 Mbps, y otros 34 sobre 1 Mbps, siendo los avances más destacados -en velocidad de acceso- los de algunos proveedores alemanes, con una mejora del 700%, malayos con un 500%, mientras que otros 21 lograban incrementos de velocidad de más del 100%, lo que viene a reforzar la presencia creciente de esta modalidad de conexión en el mundo, siendo marcada en aquellos países que no cuentan con una red fija de altas prestaciones (por ejemplo, en el continente africano).

·        Es tan masivo el proceso de conexión de equipamiento a la red, que se enfrentan (2011) problemas con la forma de identificar (inequívocamente) a cada punto conectado, lo que se hace a través del acuerdo denominado IPv4 (Internet Protocol), donde cada punto recibe un “nombre único” consistente en un número de entre 4.294.967.296 combinaciones obtenidas de elevar la base 2 a la potencia 32. Pues bien…se agotaron, y se trabaja aceleradamente en la adopción del nuevo IPv6, donde los “nombres” para diferenciar los puntos de conexión se tomarán de una cifra mayor, 340.282.366.920.938.463.463.374.607.431.768.211.456 (340 sextillones), obtenida de elevar 2 a la potencia 128, lo que se supone dará resultado por un largo tiempo…veremos.

Y si alguien está pensando ¿para qué hace falta tamaña exageración, si solo somos unos cortos 6 mil millones de habitantes? debe recordar que se habla de conectar a la red los refrigeradores, los hornos microondas, los automóviles, todo tipo de equipamiento semiautomático, sensores de temperatura y humedad utilizados en la agricultura, medidores de contaminación ambiental…en fin, toda una estrategia de nuevo tipo, que se ha dado en llamar la “internet de las cosas”. Por tanto, la exigencia de indicadores precisos va a crecer exponencialmente también.

La lista de referencias podría continuar, de hecho crece a cada instante, y si tomamos en cuenta -por citar un último ejemplo- que según información de la empresa Google, autora del sistema operativo Android (dirigido a las nuevas plataformas móviles de teléfonos “inteligentes” y tabletPC) se activan diariamente más de 300 000 herramientas que utilizan este sistema operativo (y obviamente funcionan en combinación con la red)… podemos concluir que -afortunadamente- esta historia puede estar solo comenzando!

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