ARM + Windows 8 = ∑netbooks x 0.25



Desde el surgimiento de las Olimpiadas (776 ane), podríamos decir que los participantes quedaban clasificados -al menos- en dos grandes familias: los muy fuertes (generalmente lentos), y los muy rápidos (usualmente hábiles, pero más débiles). Esta situación se mantiene hasta nuestros días, aunque hemos visto ciertas tendencias a trabajar la velocidad de los fuertes, y la musculatura de los rápidos.

Pues bien…de alguna forma fabricantes y mercados informáticos y electrónicos han seguido un desarrollo similar hasta hace poco tiempo:
Poderosas configuraciones de laboratorios, centros de investigaciones y estudios (vean el último episodio con D Wave One) han compartido el escenario con equipos portátiles muy ligeros (calculadoras, laptops, netbooks y últimamente tabletPCs y “teléfonos” móviles), concebidos inicialmente para trabajar subordinados o bajo la sombra de sus “superiores”, en una relación de dependencia hecha posible gracias a las redes de datos, otra familia de competidores, en este caso algo así como los deportistas especializados en varias disciplinas (triatlón y semejantes).

Pero, la dinámica de estas especialidades de trabajo vinculadas con la electrónica y la informática ha resultado difícil de caracterizar: lo que hoy es estándar, mañana…es obsoleto, las maniobras de mercado y los nuevos inventos no creen en lo “establecido”. Cuando recién leíamos un artículo que anunciaba que el ratón, el mouse estaba muriendo como dispositivo de entrada de datos, nos parecía un hecho imposible…aunque -tal vez- el verbo estaba mal usado, y si sustituyéramos muriendo por transformándose, el asunto cobraba un matiz menos dramático.

No obstante, últimamente aparecen noticias que apuntan a temores  sobre tendencias de algunos protagonistas principales de esta “saga” informática, a un marcado debilitamiento (si de cuotas de mercado se trata). Extraordinariamente, uno de ellos ha sido y es uno de los pesos pesados, un miembro de la familia de los “fuertes”: Intel.

Y es que, en las “olimpiadas informáticas” la fuerza -hoy por hoy- no lo es todo, e incluso, puede que sea un factor de segundo nivel, algo que esta empresa -tal vez- demoró en entender,  al contrario de lo que sucedió con ARM, que captó la idea “al vuelo”.

Debido al éxito de competidores como IBM, con su muy exitosa familia PC, XT y compañía, y Microsoft con sus llevados y traídos sistemas operativos (Windows incluido), potenciaron el desarrollo sostenido de los modelos de procesadores Intel: las PCs se basaban principalmente en un chip modelo Intel (8088 y descendientes), y Microsoft -durante mucho tiempo- asumió que sus programas iban a ser ejecutados desde arquitecturas Intel.

Pero…esto -paulatinamente- está cambiando, para asombro de unos  y alarma de otros.

Cuando los sitios Bloomberg y The Wall Street Journal anunciaban -diciembre de 2010- que Microsoft haría una demostración de su próxima versión de sistema operativo (en este caso, Windows 8, que ha producido ya más de un problema, llevando incluso a que miembros de la junta de accionistas de Microsoft soliciten la salida de Steve Ballmer, actual CEO de la empresa) nada parecía indicar que -en ese mismo instante- ciertas órbitas “establecidas” desde hacía decenios, estaban comenzando a…transformarse. Es que, en la demostración (nos informaban) se podría ver -en ejecución- una variante de Windows 8 soportada sobre un procesador tipo ARM.
 
¿Por qué este interés, esta benevolencia repentina de Microsoft (otro de los fuertes) por beneficiar a ARM, competidor de peso pluma? Bueno, como bien nos habían anunciado los teóricos desde tiempos inmemoriales, nada es casual, aunque pueda “parecerlo”. En resumen, que no veamos el “por qué” no significa que no lo tenga.

Y la explicación es simple de entender: Intel, llegado al mercado justo en el nacimiento de la historia PC, y constructor de uno de los principales monopolios de estas “tierras”, nunca se preocupó demasiado por desarrollar variantes que se pudieran adaptar a condiciones como las necesarias para garantizar una cierta movilidad de sus herramientas.

Esto significó -a la larga- generaciones de procesadores fuertes (en su mayoría clasificados dentro del grupo CISC, Complex Instruction Set Computer, con un conjunto de instrucciones muy amplio, que permite operaciones complejas entre operandos situados en la memoria o en los registros internos) , hábiles, capaces de manejar crecientes volúmenes de operaciones…pero caros, grandes consumidores de energía, e irradiadores de energía térmica que había que disipar a toda costa (a expensas de consumir más energía eléctrica), o los resultados podrían atentar contra el funcionamiento y la vida útil del sistema en que se usaran. No obstante, lograron apoderarse de la casi totalidad del mercado de computadoras personales de mesa y portátiles.

La estrategia de ARM fue otra: partiendo de una arquitectura tipo RISC (reduced instruction set computer, conjuntos de instrucciones pequeñas y simples consumen menos tiempo para ejecutarse, y reducen los accesos a memoria de datos), estudiada durante años (ver los trabajos de Andrew Tanenbaum) basada en optimizar los procesos de cómputo y acceso a memoria, se llegó a definir (1983) en un proyecto de desarrollo de la empresa Acorn Computers Ltd, el que derivó -1990- en la creación de una nueva empresa: Advanced RISC Machines. 

El objetivo principal: lograr procesadores que operaran con conjuntos de instrucciones pequeñas y simples, que consumen menos tiempo para ejecutarse, y reducen los accesos a memoria de datos, amén de usar menos energía para su ejecución. Como resultado, los procesadores producidos bajo la estrategia  ARM cubren actualmente la mayor parte del mercado de herramientas portátiles como los tabletPC, los teléfonos móviles (simple e inteligentes, ambas familias) y otros tantos dispositivos informáticos de control en los que el consumo de energía puede resultar capital, al depender de baterías.

Empresas como Apple,Texas Instruments, Motorola, Samsung, DELL, HTC, ASUS, Acer y otras tantas, se han inclinado al desarrollo y uso de procesadores del tipo ARM en sus nuevas ofertas de dispositivos móviles : A4, A5, Hummingbird, Snapdragons, Tegra… son todos de esta familia.

Obviamente, el desarrollo de otras direcciones de trabajo, como el lograr mayor densidad de transistores por unidad de área, ha permitido -por ejemplo- que el nVidia Tegra 2, basado en ARM Cortex A9, cuente con 260 millones de transistores, cifra lejana de lo 30 000 originales del ARM2 de 1986.

En resumen: iPhone, iPad, Motorola Zoom/Bullet/Jet, Optimus, Nexus One, Nexus S, Samsung Galaxy Tab (…y la continuación de la lista podría ser extensa)  se han desarrollado sobre la base de procesadores de esta familia, convirtiendo en algo totalmente “normal” el anuncio hecho recientemente por ARM: para 2015 esperan también cubrir el 40%  del mercado de las -hoy en evolución - netbooks.

Y si queda alguna duda sobre la preferencia de los fabricantes de dispositivos con respecto a los modelos de esta empresa, un último botón de muestra: la recién lanzada versión de la plataforma de juegos de Sony, PlayStation Vita, viene dotada con un ARM Cortex A9, en su versión de cuatro núcleos. (¿Habrá influido que -por el momento- el precio de un Intel Atom Z670 es 3 veces el de un nVidia Tegra 2?)

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